Este lunes se confirmó la formación del ciclón tropical Cinco-E, un sistema que, según los pronósticos, podría convertirse en tormenta tropical en próximas horas, y posteriormente en el huracán Erick, que podría marcar el primer impacto directo de un huracán en México este año.
Este fenómeno meteorológico, reportado por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de la NOAA y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México, mantiene en alerta a las autoridades y a la población de varios estados del sur del país.
Formación y trayectoria del sistema
Hasta las las 15:00 horas (CST) del 16 de junio de 2025, el potencial ciclón tropical Cinco-E se localizó a 580 km al sur-sureste de Boca de Pijijiapan, Chiapas, y a 980 km al sureste de Punta Maldonado, Guerrero. Según el reporte del NHC, el sistema se encuentra moviéndose hacia el oeste-noroeste a una velocidad de 13 km/h. Se espera que en las próximas horas gire hacia el noroeste, manteniendo esta trayectoria durante los próximos días.
Actualmente, el sistema presenta vientos máximos sostenidos de 55 km/h, con rachas de hasta 75 km/h, y una presión central mínima de 1009 mb. Tanto la NOAA como el SMN pronostican un fortalecimiento rápido, con un 90% de probabilidad de que se convierta en tormenta tropical este martes y alcance la categoría de huracán para el miércoles. De confirmarse, sería nombrado Erick.
Según las estimaciones de intensidad de diferentes modelos, es muy probable que el meteoro se convierta en un huracán de primera categoría en un plazo de 48 a 72 horas, y con este nivel, podría hacer impacto en las costas del sureste de México; no obstante que algunos modelos no descartan la posibilidad de que alcance incluso una mayor intensidad.

El potencial ciclón tropical Cinco-E ya está generando efectos significativos en el sur de México. Según el SMN, sus bandas nubosas provocarán lluvias intensas de 75 a 150 mm en los estados de Oaxaca y Chiapas, con la posibilidad de acumulados de hasta 300 mm en regiones específicas. La NOAA también advierte sobre precipitaciones de 100 a 200 mm en las costas de El Salvador, Guatemala y los estados mexicanos de Chiapas, Tabasco y Veracruz, con máximos de hasta 300 mm en Oaxaca y Guerrero.
Estas lluvias podrían desencadenar inundaciones, deslaves y crecidas de ríos y arroyos, especialmente en zonas de terreno empinado.
Además, se esperan vientos fuertes con rachas de 40 a 60 km/h y oleaje elevado de 1.5 a 2.5 metros en las costas de Oaxaca y Chiapas, lo que representa un riesgo para la navegación y las actividades costeras. A partir del miércoles o jueves, condiciones de huracán podrían afectar directamente el sur de México, con oleaje peligroso y corrientes de resaca que pondrían en peligro la seguridad en las playas.