En conmemoración de los trágicos sucesos del 10 de junio de 1971, conocido como el “Jueves de Corpus” o “Halconazo”, cuando estudiantes del Instituto Politécnico Nacional fueron reprimidos por el gobierno federal, estudiantes de Enjambre Universitario, en paro, llevaron a cabo una marcha silenciosa desde Rectoría hasta las instalaciones de UniRadio, donde se les dio voz.

Una estudiante de la Facultad de Artes llamó a la ciudadanía a tomar conciencia de la memoria histórica: “Hoy es un día de luto para recordar a los compañeros caídos el 10 de junio de 1971, quienes, como nosotros, luchaban desde las aulas por condiciones dignas”.

Subrayó que esta tragedia, al igual que la de 1968, permanece impune y representa una de las heridas más profundas en la historia de los movimientos estudiantiles. “Como integrantes del Enjambre Estudiantil Unificado, sentimos una gran empatía con nuestros hermanos y sus familias”, añadió.

Los estudiantes, muchos de ellos artistas, consideran que su lucha es legítima y merece ser escuchada. “Hoy llegamos a un lugar donde la voz resuena, porque el silencio también escandaliza”, expresó la estudiante. “No es un silencio sumiso, sino uno que simboliza nuestra rebeldía, que derriba vallas y construye algo nuevo”.

La marcha conmemoró los movimientos estudiantiles de 1968, 1971, 1999 y los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Los manifestantes, quienes se identificaron como hijos, sobrinos y hermanos de obreros, señalaron que llevan más de un mes en paro sin respuestas concretas a sus demandas.

Un líder estudiantil denunció que el exrector Carlos Barrera Díaz se burló de ellos y que los directivos los subestiman, tratándolos como “niños que no piensan”. “Seguiremos luchando porque queremos oportunidades y defender la educación”, afirmó.

Otro estudiante destacó la importancia de las aulas como espacios donde se forja el conocimiento que definirá el futuro del país, pero también reconoció la necesidad de mejorar las condiciones educativas. “Somos hijos de obreros y valoramos el esfuerzo de nuestros padres. Estudiamos y trabajamos para costear nuestros gastos, y sabemos que la gratuidad y los comedores serían un gran apoyo”, explicó.

Finalmente, reafirmaron su compromiso con una educación que fomente el espíritu crítico y propositivo. “Nunca más la universidad será un privilegio, nunca más permanecerá callada ante las injusticias”, concluyeron.