Este viernes, el presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, sacudió los mercados globales al anunciar un arancel del 50% sobre todas las importaciones provenientes de la Unión Europea, efectivo a partir del 1 de junio. La medida, proclamada a través de su plataforma Truth Social, ha desatado temores de una guerra comercial transatlántica, con repercusiones inmediatas en los mercados y tensiones crecientes entre dos de los socios comerciales más importantes del mundo.
El Origen del Conflicto
Trump justificó el arancel citando prácticas comerciales «desleales» por parte de la UE, incluyendo barreras no arancelarias, impuestos al valor agregado (IVA) y lo que describió como «manipulaciones monetarias» que afectan a las empresas estadounidenses. Según el presidente, estas políticas han contribuido a un déficit comercial de 236 mil millones de dólares en 2023, un número que él considera inaceptable. «La UE se creó para aprovecharse de Estados Unidos en el comercio», afirmó de forma tajante el mandatario republicano.
Cabe recordar que el pasado mes de abril, Trump ya había amenazado con un arancel del 20%, pero las negociaciones con la UE lograron una pausa temporal. Sin embargo, las discusiones se estancaron, y según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, las propuestas de la UE no estuvieron a la altura de las expectativas estadounidenses, especialmente en comparación con avances en acuerdos con el Reino Unido e India.
Parece que Trump, cansado de esperar, decidió subir la apuesta al 50%, un arancel que supera incluso el 30% aplicado recientemente a China, lo cual revela también la magnitud del disgusto con sus «socios» europeos.
Trump:
I am recommending a straight 50% Tariff on the European Union, starting on June 1, 2025. pic.twitter.com/jmRuFx9JaL
— Clash Report (@clashreport) May 23, 2025
Impacto en los Mercados: Caos y Caídas
El anuncio no pasó desapercibido en Wall Street ni en las bolsas europeas. El S&P 500 cayó un 0.9%, el Nasdaq un 1.5% y el Dow Jones abrió con una baja de 480 puntos (1.15%). En Europa, el STOXX 600 perdió un 1.7%, mientras que el DAX alemán y el CAC francés se desplomaron un 2.4% y 2.2%, respectivamente. Incluso el Bitcoin, que a veces parece inmune al drama económico, tuvo un traspié notable.
Los sectores más afectados incluyen los automóviles (con caídas del 2% al 4.5% en acciones de Porsche, BMW y Volkswagen), farmacéuticos, químicos y aeronáuticos. El Instituto Kiel estima que las exportaciones de la UE a EEUU, que alcanzaron los 500 mil millones de euros en 2024, podrían reducirse en un 20% a corto plazo, mientras que los consumidores estadounidenses enfrentarán alzas de precios en productos como autos alemanes y aceite de oliva italiano. El CEO de Volvo Cars ya advirtió que estos costos recaerán en los consumidores.
La Respuesta Europea
La Unión Europea no se ha quedado de brazos cruzados. La Comisión Europea, aunque aún sin un comunicado oficial, ha programado una llamada entre el jefe de comercio de la UE, Maroš Šefčovič, y su homólogo estadounidense, Jamieson Greer, para este mismo viernes. Además, los 27 países miembros se reunirán en Bruselas para discutir estrategias, y ya tienen listo un paquete de aranceles retaliatorios del 50% sobre productos estadounidenses como maíz, trigo, motocicletas y bourbon, valorado en 21 mil millones de euros.
La UE había ofrecido reducir los aranceles industriales a cero y aumentar las compras de energía estadounidense, pero estas propuestas no convencieron a Trump. Algunos analistas, ven el arancel como una táctica para presionar a la UE a negociar con más seriedad.
Un Contexto Geopolítico Explosivo
El arancel del 50% anunciado por Trump no podría llegar en un peor momento. La guerra en Ucrania sigue siendo un polvorín geopolítico, y un análisis de J.P. Morgan, publicado también en horas recientes, aunque augura la paz para antes de junio, advierte también sobre los riesgos de una fractura en la unidad occidental.
De hecho, según este informe dirigido a sus inversionistas, el escenario más catastrófico, denominado «tipo bielorruso» (con un 15% de probabilidad), implicaría un abandono total de Ucrania por parte de Estados Unidos y Europa. En este caso, Rusia consolidaría su control, convirtiendo a Ucrania en un estado afín similar a Bielorrusia, lo que dividiría a Occidente y desestabilizaría el orden global posterior a la Segunda Guerra Mundial. Un verdadero jaque mate geopolítico.
El escenario más probable, con un 50% de probabilidad según sus cálculos, es el «tipo georgiano». Aquí, la ausencia de tropas extranjeras y un apoyo militar débil llevarían a Ucrania a una inestabilidad prolongada, con un crecimiento estancado y una deriva gradual hacia la órbita rusa, similar a lo que Georgia ha experimentado en las últimas décadas. Este resultado marcaría un retroceso significativo para la integración de Ucrania con Occidente, incluyendo su aspiración de unirse a la UE y la OTAN.
Por otro lado, el escenario más optimista desde esta perspectiva occidental, el «tipo surcoreano» (con un 15% de probabilidad), prevé un futuro en el que el presidente Zelenskyy asegura el control del 80% del territorio ucraniano con apoyo de la OTAN, respaldo de inteligencia estadounidense y una inyección de 300 mil millones de dólares en activos rusos congelados para la reconstrucción. Sin embargo, J.P. Morgan considera este desenlace poco probable.
Finalmente, el escenario «Israel» (20% de probabilidad) plantea un término medio: Ucrania recibiría un fuerte apoyo militar y económico, pero sin una presencia significativa de tropas extranjeras. Esto permitiría a Ucrania fortalecerse como un bastión defensivo, manteniendo sanciones contra Rusia y una relación sólida con Estados Unidos, aunque la amenaza de conflicto persistiría.
La decisión de Trump de imponer aranceles a la UE, parece conducir el rumbo hacia los «peores escenarios» que temían los grandes fondos de inversión de occidente, debilitando la cohesión entre Washington y Bruselas en un momento crucial. Si las tensiones comerciales escalan, la capacidad de Occidente para apoyar a Ucrania—ya sea militar o económicamente—podría verse comprometida, acercando al mundo al temido escenario «bielorruso». En este juego de ajedrez global, Trump parece estar moviendo un peón que podría costarle la partida a todo Occidente.
¿Guerra Comercial?
El término «guerra comercial» ha sido empleada por Trump explícitamente, ratificando la intención de abordar una estrategia para «intensificar» las tensiones comerciales, y la UE parece no tener más remedio que buscar responder con la misma moneda.
Las próximas reuniones entre EEUU. y la UE en todo caso serán cruciales para determinar si este conflicto escala o se resuelve en la mesa de negociaciones, una situación que amenaza con impactar también a terceros países, ante la subida de precios en tecnologías y materias primas.