Toluca, Estado de México.— Con los ojos brillantes de emoción y el corazón henchido de orgullo, la Sección 17 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) clausuró una de sus celebraciones más entrañables: la Feria del Libro y la Cultura. Este evento, que durante 25 años ha sido un faro de conocimiento, creatividad y resistencia, volvió a reunir a maestros, estudiantes y familias en el Valle de Toluca.

José Alfredo Geraldo Benoit, secretario general de la Sección 17, tomó el micrófono no solo para cerrar un evento, sino para honrar una historia. “Esta feria ha resistido los embates del tiempo, demostrando que el magisterio está más vivo que nunca: preparado, comprometido y vibrante”, afirmó con voz firme, mientras las miradas cómplices de los asistentes reflejaban su pasión.

El Valle de Toluca fue testigo de cómo las aulas trascendieron sus muros. Talleres que despertaron la curiosidad, conferencias que encendieron debates y presentaciones que narraron historias llenaron cada rincón de vida. “Somos una organización que cultiva el alma —declaró Geraldo Benoit—. Un maestro no solo enseña con libros, sino con su ejemplo, dejando huellas imborrables en cada generación.”

Como reconocimiento a quienes dedican su vida a moldear el futuro, el líder magisterial anunció un aumento salarial del 9%, retroactivo a enero de 2025, y una semana adicional de vacaciones de verano. Estas medidas son una muestra tangible de que su lucha rinde frutos.

La noche culminó con un momento de magia en el Teatro Morelos, donde Rosy Arango, con su cálida voz, interpretó melodías de la música regional mexicana. Canciones como Cielo rojo, El pastor y Mi gusto es se convirtieron en abrazos musicales que unieron a los presentes, cerrando una jornada que fue más que una feria: un tributo al poder de las palabras y a quienes las siembran.

“Gracias, compañeros —concluyó Geraldo Benoit—, por creer en una educación con corazón. Porque en cada aula, en cada libro, en cada sonrisa de un niño, está el México que soñamos.”

Entre libros, aplausos y música, 25 años de legado se transformaron en la promesa de muchos más. Mientras haya maestros con pasión, la semilla de la cultura jamás dejará de florecer.