La gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, encabezó la entrega de tractores, fertilizadoras y sembradoras a agricultores locales, reafirmando así su apuesta por fortalecer la soberanía alimentaria y el desarrollo sostenible del campo mexiquense.
Este evento, que tuvo lugar en el marco del Primer Concurso de Productoras y Productores de Maíz Nativo y Amaranto, no solo reconoció el esfuerzo de quienes trabajan la tierra, sino que también sirvió como plataforma para destacar la importancia de preservar los saberes ancestrales y la riqueza natural de la región.
Durante su intervención, la mandataria estatal subrayó que el campo mexicano es un tesoro inalienable, más allá de cualquier lógica comercial o arancelaria. “Se pueden llevar muchas cosas materiales, pero lo que no se pueden llevar es nuestro campo, la sabiduría de nuestros ancestros y el conocimiento de nuestros técnicos y científicos”, afirmó con convicción.
Sus palabras resonaron como un llamado a valorar lo propio, a defender la identidad agrícola del Estado de México y a consolidar un modelo productivo que priorice la salud de la tierra y de sus habitantes.
El evento también fue una oportunidad para celebrar un avance legislativo de gran relevancia: la reciente reforma a los artículos 4 y 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum. Este decreto prohíbe el cultivo de maíz genéticamente modificado en el país, una medida que Delfina Gómez aplaudió y que, según ella, refuerza el compromiso con una agricultura limpia y sostenible. En este contexto, la gobernadora reiteró su apoyo a los productores que optan por prácticas libres de agroquímicos y que emplean bio-insumos, garantizando así alimentos nutritivos y seguros para las familias mexiquenses.
El Estado de México, con su vasta diversidad geográfica y cultural, se erige como un bastión de la agricultura tradicional. “Aquí, en nuestros valles y montañas, crecen variedades de maíz que han sido cuidadas durante siglos, resistiendo a la homogeneización y defendiendo la riqueza genética que hoy es clave para la seguridad alimentaria mundial”, destacó la gobernadora.
El Primer Concurso de Productoras y Productores de Maíz Nativo y Amaranto fue una muestra palpable de este esfuerzo colectivo. Con 171 participantes —43 productores de amaranto y 128 de maíz—, el certamen evaluó la calidad de las muestras a través de análisis realizados en laboratorios especializados. Los 60 ganadores recibieron herramientas agrícolas como incentivo, un gesto que Delfina Gómez describió como un reconocimiento a quienes “son el corazón de la tierra”. Este tipo de iniciativas no solo premia el talento y la dedicación, sino que también fomenta la continuidad de prácticas agroecológicas que benefician tanto al medio ambiente como a las comunidades.
Desde el inicio de su administración, Delfina Gómez ha puesto al campo en el centro de su agenda. Según explicó, su gobierno ha implementado políticas públicas orientadas a proporcionar a los productores mexiquenses mejores recursos, capacitación y apoyo técnico. “Hemos trabajado para fortalecer al campo con iniciativas que favorezcan la soberanía alimentaria y el desarrollo rural sostenible”, aseguró. La entrega de maquinaria agrícola es solo una parte de este esfuerzo más amplio, que busca empoderar a los agricultores y garantizar que el Estado de México siga siendo un pilar de la producción alimentaria nacional.
Con estas acciones, la gobernadora envía un mensaje claro: el campo no es solo un medio de subsistencia, sino una fuente de orgullo y resistencia. En sus palabras y en sus políticas, se percibe un compromiso profundo con las raíces de la entidad y con el bienestar de quienes la habitan. El camino hacia la soberanía alimentaria está en marcha, y el Estado de México, con su riqueza histórica y su mirada al futuro, se posiciona como un líder en esta transformación.