Pedro Álvarez Icaza, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) de México, ofreció una conferencia de prensa en la Ciudad de México para presentar los resultados más recientes sobre la conservación de la mariposa monarca, una especie icónica que cada año emprende una de las migraciones más extraordinarias del reino animal. Con un tono optimista, Álvarez Icaza destacó los logros alcanzados durante la temporada de hibernación 2024-2025, subrayando cómo la colaboración internacional y las acciones locales han permitido un aumento significativo en la presencia de este polinizador en los bosques mexicanos.
Según los datos revelados, la superficie ocupada por las colonias de mariposas monarca en los santuarios de Michoacán y el Estado de México se duplicó en comparación con el año anterior, pasando de 0.9 hectáreas en la temporada 2023-2024 a 1.79 hectáreas en el ciclo actual.
Este incremento del 99% es una señal alentadora para los esfuerzos de preservación de una especie que enfrenta amenazas como la tala ilegal y la pérdida de hábitat en su ruta migratoria de casi 4,000 kilómetros, que abarca México, Estados Unidos y Canadá.
«Este es el ejemplo perfecto de que cuando hay colaboración y no confrontación se pueden lograr grandes cosas», afirmó Álvarez Icaza, resaltando el trabajo conjunto entre los tres países.
El informe, elaborado en colaboración con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), detalla que en esta temporada se registraron ocho colonias: tres dentro de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, ocupando 1.217 hectáreas, y cinco fuera de ella, con 0.574 hectáreas.
Este crecimiento, explicó el titular de Conanp, se debe en parte a condiciones climáticas más favorables durante la migración de 2024, con una sequía menos severa que permitió a las mariposas llegar en mejores condiciones a sus refugios de invierno.
Sin embargo, el camino hacia la recuperación total está lejos de concluir. La meta ideal, según expertos, es alcanzar las seis hectáreas de ocupación, un nivel que refleja la estabilidad histórica de la población antes de las drásticas reducciones observadas en las últimas décadas.
A pesar del avance, Álvarez Icaza no ignoró los retos persistentes. La tala clandestina en los bosques de oyamel, esenciales para la hibernación de las monarcas, sigue siendo una preocupación, aunque se reportó una reducción del 33% en 2024, con 2.5 hectáreas afectadas.
Para combatir este problema, se han implementado medidas como campamentos permanentes de la Guardia Nacional cerca de los santuarios y una mayor coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Marina y las autoridades locales. Estas acciones también buscan proteger al personal que trabaja en la conservación, en un contexto donde la violencia ha cobrado la vida de defensores ambientales como Homero Gómez González, conocido como «El Guardián de las Monarcas», asesinado en 2020.
Los avances reportados ayer por Pedro Álvarez Icaza reflejan un esfuerzo colectivo que trasciende fronteras, pero también una advertencia: la conservación de esta especie requiere un compromiso sostenido y una respuesta creativa a los desafíos del presente.