En ceremonia celebrada en el Campo Marte de la Ciudad de México, la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó este lunes la conmemoración del Día de la Bandera, un evento que aprovechó para enviar un mensaje contundente sobre la soberanía nacional y el orgullo patrio.

Ante miembros de las Fuerzas Armadas, estudiantes y funcionarios, Sheinbaum subrayó que México es un país libre e independiente, rechazando cualquier noción de subordinación extranjera y destacando la unidad entre el gobierno, el pueblo y sus instituciones.

El Día de la Bandera, instaurado oficialmente en 1940, es una fecha que rinde homenaje a uno de los símbolos más queridos de la identidad mexicana. En su discurso, la mandataria hizo un recorrido histórico por la evolución del lábaro patrio, desde su creación en 1821 con el Ejército Trigarante hasta su significado actual.

“Nuestra bandera representa el espíritu de un pueblo heroico, el valor y patriotismo de nuestros héroes y heroínas. Es la expresión más auténtica de nuestros orígenes y de nuestra identidad como país soberano”, afirmó Sheinbaum, resaltando cómo el verde, blanco y rojo han trascendido para simbolizar esperanza, unidad y la lucha por la justicia.

El mensaje central de la presidenta giró en torno a la defensa de la soberanía mexicana, un tema que ha cobrado relevancia en los últimos meses frente a presiones externas, especialmente de Estados Unidos.

Sin mencionar nombres específicos, Sheinbaum fue enfática al declarar: “No somos colonia ni protectorado de ningún país. Desde que llegó la transformación al gobierno, es claro que a México se le respeta”. Este posicionamiento se vio reforzado por su reciente iniciativa enviada al Congreso de la Unión, una reforma constitucional destinada a blindar al país contra cualquier intervención extranjera. “El pueblo de México no aceptará, bajo ninguna circunstancia, intromisiones que lesionen nuestra integridad y soberanía”, aseguró.

La mandataria también destacó la diferencia con épocas pasadas, criticando a gobiernos que, según ella, “se arrodillaban ante potencias extranjeras” o buscaban ejemplos a seguir fuera del país. En contraste, afirmó que la Cuarta Transformación –el movimiento que encabeza junto a su antecesor, Andrés Manuel López Obrador– ha devuelto la dignidad al pueblo mexicano. “Somos uno solo: gobierno, Fuerzas Armadas y pueblo. No traicionamos ni a nuestra patria ni a nuestra bandera”, enfatizó, en un llamado a la unidad nacional.

Otro punto sobresaliente de su discurso fue el reconocimiento a los migrantes mexicanos, a quienes describió como parte esencial de la identidad que la bandera representa. “Nuestra bandera es símbolo de los migrantes, de su lucha incansable y de la conexión con sus raíces, sin importar dónde se encuentren”, expresó Sheinbaum, reafirmando el compromiso de su gobierno de apoyarlos y protegerlos.

En un momento de tensiones internacionales y debates sobre la relación con vecinos poderosos, el mensaje de este 24 de febrero reafirma que, para Claudia Sheinbaum, la soberanía no es negociable, y la bandera sigue siendo el emblema de un pueblo que no se doblega.