En un escenario marcado por las voces de quienes han sido tocados por la injusticia, se realizó el «Foro Retos del Poder Judicial del Estado de México», un espacio donde las historias de dolor y esperanza se entretejieron con la promesa de cambio. A pocas semanas de las elecciones judiciales del 1 de junio, el foro no solo evidenció las grietas del sistema, sino que propuso un camino hacia una justicia más humana y accesible.
La barbería de Valle de Chalco se convirtió en el símbolo de un sistema que necesita ser revisado. Martha Soto, cuya barbería fue escenario de un polémico operativo, exigió transparencia y responsabilidad. «Si no pueden con el cargo, que den las gracias», declaró, apuntando directamente al fiscal José Luis Cervantes Martínez, tras la presunta «siembra» de drogas captada por cámaras de seguridad.
Su denuncia fue un eco de muchas otras, como las de Mónica Liliana García, Erika Cabello, y un grupo de familiares que denunciaron impunidad, invasiones, y juicios fabricados. Cada testimonio fue un clamor por justicia, una justicia que hasta ahora ha sido esquiva.
Legisladores y la Promesa de Democratización
El diputado Octavio Martínez Vargas de Morena, con optimismo, ve en las próximas elecciones una oportunidad única. «Podremos conocer el rostro y los antecedentes de quienes nos juzgarán», afirmó, enfatizando la lucha contra la corrupción como parte del plan estatal de desarrollo.
Por su parte, Ana Yurixi Leyva Piñón del PT, recalcó que la justicia es más que normas; es el garante de derechos fundamentales. Anunció la intención de su comisión de reunirse con las autoridades de la FGJEM para abordar estos casos directamente con las familias afectadas.
Arlen Siu Jaime Merlos, magistrada, expresó una solidaridad que va más allá de lo formal, reconociendo la falta de legitimidad social del Poder Judicial. Héctor Macedo García, otro magistrado, criticó el sistema como una «oligarquía lejana» a la realidad social, abogando por un replanteamiento integral. Yamilé Guadalupe Siles López, servidora pública del Poder Judicial, no ocultó los problemas internos como el influyentismo y el nepotismo pero también ofreció esperanza, disculpándose y comprometiéndose a un cambio hacia una justicia más pronta y humana.
El Clamor por Cambio
La jornada fue un espejo de una sociedad que exige ser escuchada. Desde Alejandro Estrada, quien pide reflexión para la elección de nuevos jueces, hasta los múltiples testimonios de injusticia, el foro fue una clara señal de que el cambio es imperativo.
No se trata solo de reformar leyes, sino de restaurar la confianza en el sistema judicial, asegurando que quienes lo conforman no solo tengan capacidad, sino también integridad para resolver las complejidades de la justicia.
Este foro no fue solo un evento; fue un grito colectivo por una justicia que refleje los valores de una sociedad que aspira a la equidad, la transparencia y la cercanía. Con las elecciones en el horizonte, la pregunta queda en el aire: ¿Estamos listos para un Poder Judicial que verdaderamente nos represente?














