La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió este lunes a la reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio.

En un contexto de crecientes tensiones comerciales entre ambos países, la mandataria mexicana adoptó un tono que combinó firmeza con un llamado al diálogo, marcando una postura que busca defender los intereses de México sin cerrar la puerta a la negociación.

La decisión de Trump de imponer estos aranceles no fue inesperada. Durante su primera administración, ya había implementado medidas similares, justificándolas como una forma de proteger la industria siderúrgica estadounidense. Sin embargo, esta nueva medida llega en un momento particularmente delicado, con la economía global enfrentando presiones inflacionarias y México consolidándose como el principal socio comercial de Estados Unidos, superando incluso a China en exportaciones hacia el mercado estadounidense.

Trump justificó los aranceles como una medida para «proteger la seguridad nacional» y fomentar la producción doméstica de acero y aluminio. Sin embargo, la decisión ha generado preocupación en ambos lados de la frontera, ya que podría encarecer productos esenciales, desde automóviles hasta electrodomésticos, afectando tanto a consumidores como a empresas.

La Respuesta de Sheinbaum: Un Equilibrio entre Firmeza y Diplomacia

En una conferencia de prensa celebrada en el Palacio Nacional, Sheinbaum abordó el tema con un mensaje claro: México no se quedará de brazos cruzados, pero tampoco busca una confrontación innecesaria. «Vamos a esperar», declaró la presidenta, refiriéndose a la posibilidad de que las negociaciones puedan evitar una escalada mayor. Este enfoque refleja una estrategia calculada, que busca ganar tiempo mientras se evalúan las opciones disponibles.

Sheinbaum enfatizó que los aranceles no solo afectarían a México, sino también a los consumidores y empresas estadounidenses. «El acero y el aluminio mexicanos son fundamentales para la industria automotriz, la construcción y otros sectores clave en Estados Unidos. Estos aranceles no solo encarecerán los productos para los consumidores estadounidenses, sino que también pondrán en riesgo empleos en ambos países», señaló.

Además, la presidenta destacó los esfuerzos de su administración para fortalecer la economía mexicana y diversificar sus relaciones comerciales. En este sentido, mencionó los avances en la modernización del acuerdo comercial entre México y la Unión Europea, así como el fortalecimiento de lazos con otros mercados emergentes. «No dependemos de un solo socio comercial», afirmó, enviando un mensaje claro de que México está preparado para enfrentar las consecuencias de estas medidas.

Sheinbaum eechazó las acusaciones de la administración Trump de que México no ha hecho lo suficiente para combatir el tráfico de fentanilo y la migración irregular, argumentando que su gobierno ha tomado medidas históricas en ambos frentes. «Hemos decomisado más de 20 millones de dosis de fentanilo y detenido a miles de traficantes. No aceptaremos que se nos culpe injustamente», afirmó.

Al mismo tiempo, Sheinbaum reiteró su disposición al diálogo. «Creemos en la cooperación, no en la confrontación. Los problemas que enfrentamos, como el tráfico de drogas y la migración, son compartidos y requieren soluciones conjuntas», dijo.

Principales exportadores de acero y aluminio a EEUU

• Canadá: Como el mayor exportador de acero y aluminio a Estados Unidos, Canadá se ha visto seriamente afectada. Los aranceles han perturbado las cadenas de suministro integradas entre ambos países, especialmente en sectores como la automoción y la construcción. Más de las 70% de importaciones de aluminio en EEUU provienen de Canadá, por lo cual se vería afectado de manera importante. Respecto al acero también es el que más exporta a EEUU, por este caso representan cifras menores al 20%.
• México: En segundo lugar, México ha sentido el impacto debido a su dependencia del mercado estadounidense para exportar estos metales. La imposición de aranceles ha alterado la economía de las regiones fronterizas que dependen de la industria del acero y el aluminio.
• Unión Europea: Países como Alemania, España y Francia han experimentado consecuencias por los aranceles, ya que una parte significativa de sus exportaciones de acero y aluminio se dirigía a Estados Unidos. La UE respondió con medidas retaliatorias, afectando aún más el comercio bilateral.
• Asia: Naciones como Corea del Sur y Japón, junto con productores como China (aunque con menos impacto directo debido a aranceles preexistentes), han tenido que ajustar sus estrategias de exportación debido a estos aranceles.

Industrias y Empresas en EE.UU también se verían afectadas

• Sector Manufacturero: Empresas que dependen de acero y aluminio importados han visto aumentar sus costos de producción, lo que podría traducirse en precios más altos para los consumidores o márgenes de beneficio más bajos.
• Industria del Automóvil: Esta industria, altamente dependiente del acero y el aluminio, ha tenido que lidiar con costos de materiales más elevados, afectando la competitividad y el empleo.
• Pequeñas Empresas: Las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) que no tienen el volumen de compra necesario para negociar precios más bajos con proveedores nacionales han sido particularmente golpeadas.

Consumidores y trabajadores

Indirectamente, los consumidores han enfrentado el aumento de precios en una amplia gama de productos, desde automóviles hasta latas de cerveza y refrescos, debido al incremento en los costos de producción.

Aunque los aranceles fueron diseñados para proteger empleos en la industria del acero y el aluminio de EE.UU., estudios sugieren que los empleos perdidos en sectores que usan estos metales importados podrían superar a los creados en la producción doméstica.

 

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