En un giro significativo en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México, el presidente Donald Trump ha reafirmado su intención de imponer aranceles significativos a las importaciones desde México y Canadá, particularmente del 25%, lo que significaría el primer arancel contra otra nación, en la nueva presidencia del republicano.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha reiterado este martes en conferencia de prensa que los aranceles del 25% sobre las importaciones de México y Canadá están programados para comenzar a imponerse a partir del 1 de febrero del presente año, es decir, en cuestión de días.
🇺🇸 Trump mantiene sobre la mesa la imposición de aranceles a México y Canadá
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, todavía analiza imponer aranceles a México y Canadá a partir del 1 de febrero, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) January 28, 2025
El gobierno estadounidense, ha venido presionando, buscando una cooperación más efectiva en la lucha contra el tráfico de fentanilo y la inmigración ilegal.
Esta confirmación ha resonado fuertemente en ambos lados de la frontera, generando una atmósfera de incertidumbre y preocupación en el sector económico.
La imposición de estos aranceles podría tener consecuencias importantes en la economía mexicana. México exporta aproximadamente el 80% de sus productos a Estados Unidos, lo cual significa que un arancel del 25% podría traducirse en una inflación significativa dentro del país, así como en una posible recesión técnica si no se gestiona adecuadamente.
Expertos han señalado que esto afectaría especialmente a sectores como el automotriz y el manufacturero, pilares de la economía mexicana.
El gobierno mexicano, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha respondido con cautela a estas amenazas.
Aunque no se han anunciado represalias directas, se ha enfatizado la importancia de mantener el diálogo y buscar soluciones negociadas.
La administración mexicana apuesta por demostrar su compromiso en la lucha contra el tráfico de drogas y la inmigración ilegal como un medio para evitar la aplicación de los aranceles. Sin embargo, existe una preparación para posibles represalias comerciales si las negociaciones no logran un resultado favorable.
La estrategia de Trump de utilizar aranceles como herramienta de negociación no es nueva. En su primer mandato, logró acuerdos significativos con México, incluyendo la renegociación del TLCAN que dio lugar al T-MEC.
Sin embargo, el contexto actual plantea nuevos desafíos, especialmente con el cambio de liderazgo en México y la presión interna en Estados Unidos por políticas migratorias y de seguridad. Los economistas y analistas sugieren que, aunque los aranceles pueden ser una táctica de negociación, la amenaza de una guerra comercial real no debería descartarse.
Debido a que las palabras del presidente Trump hacia México, han venido reduciendo su nivel de agresividad, pareciera que está en curso un proceso de negociación, no obstante que hasta la fecha no se ha confirmado abiertamente un acuerdo que evite la escalada arancelaria.
Imagen de portada creada con IA vía Grok
