Autoridades reportaron nuevos avances en la investigación del homicidio de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, ocurrido el 1 de noviembre durante el Festival de las Velas. La detención de un presunto reclutador de la célula criminal involucrada y la difusión de una carta atribuida a uno de los implicados fallecidos han aportado información relevante para esclarecer el caso.

Detención de un presunto reclutador

El 24 de noviembre, elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en coordinación con la Fiscalía de Michoacán, detuvieron a Jaciel Antonio “N”, alias El Pelón, de 36 años. De acuerdo con las autoridades, operaba como reclutador para una célula vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación, seleccionando a personas en centros de rehabilitación y asignándoles tareas ilícitas, entre ellas actividades de sicariato.

Se le relaciona directamente con el reclutamiento de Víctor Manuel “N”, el joven de 17 años que disparó contra el alcalde Manzo, y de Fernando Josué “N”, quien lo acompañó previo al ataque. La aprehensión se realizó en las inmediaciones de un hotel en Uruapan tras varios días de seguimiento y vigilancia de rutas de escape.

Detenciones previas

La captura de Jaciel Antonio se suma a las realizadas en semanas anteriores:

• 19 de noviembre: Detención en Morelia de Jorge Armando “N”, alias El Licenciado, identificado como presunto líder operativo que habría emitido las órdenes para el homicidio.
• 21 de noviembre: Aprehensión de siete policías municipales de Uruapan —seis hombres y una mujer— por su presunta omisión durante el ataque, pese a integrar el equipo de escoltas del alcalde. Fueron detenidos en la Casa de la Cultura de Uruapan y trasladados a un penal estatal, donde enfrentan cargos por homicidio calificado.

La carta póstuma presentada ante un juez

El 23 de noviembre, en la audiencia inicial realizada en el penal de máxima seguridad de El Altiplano en el Estado de México, la Fiscalía presentó una carta manuscrita atribuida a Ramiro “N”, uno de los implicados hallado sin vida el 10 de noviembre junto con Fernando Josué “N” en la carretera Uruapan–Paracho. El documento fue encontrado por su pareja en una maleta y está dirigido a su hija.

En el texto, Ramiro expresa arrepentimiento por su involucramiento en el grupo criminal y admite haber mentido a su familia al afirmar que trabajaba en el cultivo de aguacate. Relata que, el día del atentado, se ubicó en la plaza principal para monitorear los movimientos del alcalde, enviar videos y mensajes al grupo delictivo, y ordenar la eliminación de evidencias digitales tras cada instrucción.

La carta menciona un pago inicial de 4,000 pesos y anticipa su propio destino: “Seguramente cuando leas esto, yo estaré muerto, porque nos van a querer silenciar”. También identifica a El Licenciado como su superior directo y alude a presiones internas para encubrir el crimen. Aunque la defensa solicitó un peritaje para confirmar la autenticidad de la misiva, las autoridades señalaron que su contenido coincide con evidencia digital recuperada de los dispositivos de Ramiro.

Panorama de la investigación

Las autoridades consideran que el asesinato de Carlos Manzo estuvo motivado por su oposición a operaciones delictivas locales, y que se ofreció una recompensa de dos millones de pesos por su ejecución. En total, se ha identificado la participación directa de al menos cinco personas: tres fallecidas (Víctor Manuel, Ramiro y Fernando Josué) y dos detenidas (Jaciel Antonio y Jorge Armando).

La Fiscalía de Michoacán reforzó las medidas de protección para testigos y familiares, incluida Grecia Quiroz, viuda del alcalde y actual presidenta municipal interina. Las audiencias continúan con énfasis en posibles filtraciones de información desde el entorno cercano del edil, lo que podría ampliar las imputaciones.

El caso avanza en un contexto de mayor presencia federal en Michoacán, con operativos orientados a contener la violencia y desarticular la estructura criminal detrás del homicidio.