Una jornada de violencia sacudió el miércoles 23 de abril de 2025 los estados de Michoacán, Jalisco y Guanajuato, dejando un saldo de dos policías muertos, vehículos incendiados, tiendas atacadas y múltiples carreteras bloqueadas.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, informó que los hechos ocurrieron en 26 municipios de Michoacán, dos de Guanajuato y uno de Jalisco, atribuyéndolos a un conflicto entre dos grupos delictivos que disputan el control territorial en la región.
Según el reporte oficial de García Harfuch, los narcobloqueos y enfrentamientos dejaron un impacto significativo en los tres estados. En Michoacán, los municipios más afectados incluyeron Zamora, Zacapu, Apatzingán, La Piedad y Morelia, donde se registraron quema de al menos 15 vehículos, dos tiendas de conveniencia incendiadas y 13 carreteras bloqueadas.
En Guanajuato, los municipios de Pénjamo y Abasolo fueron escenario de cuatro bloqueos carreteros, con puntos específicos como la carretera Pénjamo-Abasolo y la federal La Piedad-Pénjamo afectados por vehículos incendiados. En Jalisco, el municipio de La Barca reportó un enfrentamiento en la autopista Guadalajara-Morelia, con cinco camiones calcinados.
Además de las dos víctimas fatales entre las fuerzas de seguridad, las autoridades aseguraron artefactos explosivos y neutralizaron minas improvisadas colocadas por los grupos criminales. A pesar de la magnitud de los hechos, la presidenta Claudia Sheinbaum y García Harfuch confirmaron que no se registraron detenciones directas relacionadas con los narcobloqueos, aunque se prometió que los responsables no quedarán impunes.
La explicación oficial apunta a una disputa territorial entre dos cárteles, presuntamente el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y grupos locales como Los Viagras o el Cártel de Santa Rosa de Lima, que han librado una batalla encarnizada por el control de rutas clave para el narcotráfico y la extorsión en la región.
Aunque las autoridades no confirmaron los nombres de los grupos involucrados, medios locales y reportes extraoficiales sugieren que los narcobloqueos fueron una reacción a un operativo federal en Michoacán, posiblemente relacionado con la detención de un líder criminal de alto perfil vinculado al CJNG en Jalisco.
Esta hipótesis cobra fuerza considerando el contexto. Michoacán, Jalisco y Guanajuato forman un corredor estratégico para el crimen organizado debido a su acceso al puerto de Manzanillo, rutas hacia la frontera norte y zonas de producción de drogas sintéticas.