La noche del 16 de marzo, la comunidad de San José de Mendoza, ubicada a unos 15 kilómetros de la cabecera municipal de Salamanca, se vio sacudida por un violento ataque armado que transformó un domingo de convivencia familiar en una escena de horror.
Alrededor de las 19:50 horas, un grupo de hombres armados irrumpió en una cancha de usos múltiples donde decenas de personas, entre ellas familias con niños y jóvenes, disfrutaban de un momento de esparcimiento. El saldo: siete personas fallecidas y al menos cinco heridas, en un episodio que pone de nuevo en evidencia la escalada de violencia que azota al estado de Guanajuato.
Según relatos de testigos, los agresores llegaron en varias camionetas y, sin mediar palabra, abrieron fuego contra los presentes. Las ráfagas de disparos, que duraron apenas unos minutos, sembraron el pánico entre los asistentes, quienes intentaron desesperadamente ponerse a salvo.
En el lugar, cuatro personas perdieron la vida de manera inmediata, mientras que otras tres sucumbieron a sus heridas horas después en distintos hospitales de la región. Entre las víctimas letales se reportan jóvenes y al menos un menor de edad; además de que un niño de 9 años se reporta grave.
Elementos de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y paramédicos de la Cruz Roja acudieron al sitio, donde encontraron una escena desgarradora: cuerpos tendidos en la cancha y heridos siendo trasladados por familiares y voluntarios en vehículos particulares. A pesar del despliegue de seguridad, que incluyó un operativo en carreteras y comunidades aledañas, los responsables lograron escapar, sin que se tenga hasta el momento reporte de detenidos.
En San José de Mendoza, las autoridades locales y estatales han iniciado una investigación para determinar el móvil del ataque, aunque hasta el momento no se han dado a conocer detalles sobre los posibles responsables ni las circunstancias que desencadenaron esta agresión. En la escena, peritos recolectaron más de 80 casquillos de armas largas y cortas.
El alcalde de Salamanca, César Prieto, emitió un mensaje en redes sociales condenando el acto y asegurando que no habrá retroceso en los esfuerzos por recuperar la paz en el municipio. “Este tipo de hechos nos indigna y nos duele profundamente. Seguiremos trabajando con todas las autoridades para que esto no quede impune”, afirmó.