El Papa Francisco, de 88 años, continúa ingresado en el Hospital Gemelli de Roma, donde enfrenta un delicado cuadro de salud que mantiene en vilo a la comunidad católica mundial. Hoy, en su undécima jornada de hospitalización, las autoridades vaticanas y el equipo médico han ofrecido un nuevo informe sobre su evolución, destacando tanto los avances como las preocupaciones persistentes.
El pontífice argentino fue internado el pasado 14 de febrero debido a una bronquitis que rápidamente se complicó, derivando en una neumonía bilateral, una infección que afecta ambos pulmones y que ha sido descrita como «compleja» por los médicos. A lo largo de los últimos días, su estado ha experimentado altibajos significativos. Este sábado 22 de febrero, Francisco sufrió una crisis respiratoria asmática prolongada que requirió oxígeno de alto flujo y una transfusión de sangre debido a una trombocitopenia (bajada de plaquetas) asociada a anemia. Este episodio marcó un punto crítico, llevando al Vaticano a calificar su condición como «reservada» y a convocar un rosario masivo en la Plaza de San Pedro, presidido por el cardenal Pietro Parolin, para orar por su recuperación.
Sin embargo, el reporte más reciente, emitido esta mañana del 24 de febrero, ofrece un tono más esperanzador. Fuentes vaticanas informaron que el Papa pasó una noche tranquila, logrando descansar adecuadamente, y que su humor sigue siendo positivo. «Ha dormido bien, está descansando y se alimenta con normalidad», señaló un comunicado oficial. Además, se confirmó que el domingo recibió dos unidades de concentrado de glóbulos rojos, lo que elevó sus niveles de hemoglobina, y que la insuficiencia renal leve detectada en análisis recientes permanece bajo control. A pesar de estos signos de estabilización, el Papa continúa dependiendo de oxigenoterapia a través de cánulas nasales, y su pronóstico sigue siendo cauteloso debido a la complejidad de su estado.
Durante una rueda de prensa celebrada hoy en el Hospital Gemelli, el doctor Sergio Alfieri, quien lidera el equipo médico, explicó: «El Santo Padre está mejorando, pero no está fuera de peligro. La neumonía bilateral, combinada con su historial clínico y su edad, lo convierten en un paciente frágil. Necesitamos tiempo para evaluar cómo responde al tratamiento». Alfieri destacó que Francisco permanece alerta y, de hecho, ha pasado parte del día en un sillón, participando incluso en una misa privada en su habitación el domingo.
La comunidad internacional sigue de cerca esta situación. En Argentina, su país natal, los fieles se congregaron en la Catedral de Buenos Aires para rezar por su salud, mientras que líderes como el presidente colombiano Gustavo Petro han expresado mensajes de apoyo, calificándolo como «un compañero de lucha» por la humanidad. En Roma, el ambiente es de esperanza contenida, con miles de personas uniéndose a las oraciones en San Pedro y enviando mensajes de aliento al Papa, quien a través de su cuenta en redes sociales agradeció recientemente el cariño recibido, especialmente los dibujos y cartas de niños.
A pesar de las mejoras, el Vaticano ha confirmado que Francisco permanecerá hospitalizado al menos durante toda la próxima semana, cancelando su participación en los eventos del Jubileo 2025 previstos para estos días. Su regreso a la residencia de Santa Marta dependerá de cómo evolucione su recuperación en los próximos días. Mientras tanto, la Iglesia Católica y sus seguidores en todo el mundo mantienen la fe y la oración como pilares de apoyo para el Papa en este momento de prueba.
Foto: @RaymondArroyo
