En el Día Internacional de los Derechos Humanos, cientos de integrantes de la Unidad Nacional Independiente en Resistencia (UNIR) marcharon por calles de la Ciudad de México para demandar diálogo directo con el Gobierno Federal. La movilización reunió a pueblos indígenas, organizaciones sociales y colectivos provenientes de diversas entidades del país, quienes reiteraron su exigencia de instalar una Mesa Nacional de Trabajo encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Avance de la marcha y demandas centrales
La movilización partió del Monumento a la Revolución y avanzó sobre Paseo de la Reforma antes de dirigirse a la Secretaría de Gobernación. Los contingentes señalaron que la convocatoria surge tras años de interlocución limitada y sin resultados, lo que, sostienen, ha profundizado el rezago en la atención a sus casos y la falta de soluciones estructurales.
UNIR destacó que sus integrantes representan comunidades indígenas, campesinas y sectores populares de entidades como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Veracruz, Puebla, Baja California, Campeche, Yucatán y Querétaro. Portavoces de la organización señalaron que su objetivo es que las autoridades atiendan problemáticas asociadas a justicia, derechos colectivos, desplazamiento forzado, agresiones a defensores y demandas laborales.
Al arribar a la sede de Gobernación, organizaciones y acompañantes del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero indicaron que permanecían a la espera de la secretaria Rosa Icela Rodríguez y de la presidenta de la República para formalizar la instalación de una Mesa Nacional de Trabajo. Sostuvieron que hasta ahora no han recibido una respuesta institucional que permita encauzar sus peticiones en un proceso de diálogo con capacidad real de resolución.
Contenido del pronunciamiento oficial
En su pronunciamiento leído frente a la Secretaría de Gobernación, UNIR denunció violaciones sistemáticas a derechos humanos en diversas regiones del país y reclamó falta de atención directa por parte de autoridades federales. Recordaron que el pasado 13 de octubre entregaron un pliego petitorio en Palacio Nacional, pero, según afirmaron, ese documento no fue reconocido por los funcionarios encargados de dar seguimiento.
La organización sostuvo que la respuesta gubernamental ha consistido en interlocuciones con servidores públicos sin atribuciones suficientes, lo que —afirmaron— ha generado dilación y ausencia de soluciones. Por ello, indicaron que su retorno a las calles responde a la necesidad de obtener un diálogo “serio y respetuoso”.
El pronunciamiento también incluyó críticas a la política interna y exterior del país, así como llamados a atender temas de justicia para personas asesinadas o desaparecidas, desplazamientos forzados, respeto a la autonomía indígena, demandas laborales, soberanía alimentaria, atención al sistema de salud, infraestructura social y tarifas eléctricas.
Exigencia de instalación inmediata de una Mesa Nacional
UNIR reiteró que su demanda central es la instalación inmediata de una Mesa Nacional de Trabajo presidida personalmente por la titular del Ejecutivo. Afirmaron que mantendrán su protesta hasta obtener una respuesta formal y soluciones a sus planteamientos, muchos de los cuales —señalaron— acumulan décadas sin resolución.
La organización concluyó su pronunciamiento reafirmando su decisión de continuar movilizándose y preservando el derecho a la protesta, al considerar que persisten las razones que motivan su exigencia de justicia, dignidad y diálogo institucional efectivo.
Fotos: CDH Zeferino Ladrillero
