La relación entre México y Perú atraviesa su punto más tenso en años, luego del asilo político otorgado por el gobierno mexicano a Betssy Chávez, ex primera ministra peruana. La decisión ha derivado en la ruptura diplomática, el reforzamiento de medidas judiciales en Perú y declaraciones que han elevado el riesgo de una posible incursión en la embajada mexicana en Lima.
Antecedentes del Conflicto
El origen se remonta a la destitución del expresidente Pedro Castillo en diciembre de 2022, tras anunciar la disolución del Congreso. Castillo fue detenido y su entonces primera ministra, Betssy Chávez, enfrenta desde marzo de 2025 un proceso por rebelión y conspiración, con una posible pena de hasta 25 años de prisión.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador cuestionó la destitución de Castillo, lo que generó expulsiones diplomáticas y restricciones migratorias. La tensión resurgió el 2 de noviembre de 2025, cuando Chávez solicitó asilo en la embajada mexicana en Lima. México lo otorgó un día después, con base en la Convención de Caracas sobre asilo diplomático.
Perú respondió rompiendo relaciones, expulsando a la encargada de negocios mexicana y declarando persona non grata a la presidenta Claudia Sheinbaum. El 21 de noviembre, la justicia peruana ordenó prisión preventiva para Chávez e informó a la Interpol, reforzando la vigilancia alrededor de la sede diplomática mexicana.
Declaraciones de Claudia Sheinbaum
Sheinbaum afirmó que el asilo concedido a Chávez se apega al derecho internacional y señaló que una irrupción en la embajada constituiría una violación a la soberanía mexicana. Recordó el precedente de Ecuador en 2024, cuando fuerzas de ese país entraron en la embajada mexicana para detener a Jorge Glas, hecho que derivó en la ruptura de relaciones.
La presidenta insistió en que México mantendrá su solicitud de salvoconducto para trasladar a Chávez y reiteró que las diferencias deben resolverse dentro del marco legal internacional.
La Postura del Gobierno Peruano
El presidente interino José Jerí declaró que no descartaba ingresar a la embajada mexicana para detener a Chávez. En contraste, un comunicado oficial del 23 de noviembre reafirmó el respeto a las inmunidades diplomáticas, lo que sugiere un intento de moderar el tono.
Perú ha impulsado en la OEA una revisión de la Convención de Caracas, argumentando abusos en su aplicación. Además, ha desestimado críticas de mandatarios de otros países, como Colombia, que han advertido sobre las implicaciones de una incursión.
Implicaciones Regionales
El caso ha reavivado divisiones en América Latina respecto al asilo diplomático y la soberanía nacional. Una eventual intervención en la embajada podría generar un conflicto similar al ocurrido entre México y Ecuador en 2024, con repercusiones jurídicas y diplomáticas amplias. La alternativa sería un acuerdo sobre el salvoconducto, aunque Perú ha condicionado cualquier decisión al avance de su proceso judicial.
Por ahora, Chávez permanece dentro de la embajada mexicana en Lima.














