Cumbre Bilateral México-Canadá: Fortaleciendo vínculos en tiempos de incertidumbre regional

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La Ciudad de México fue sede de una cumbre bilateral entre México y Canadá que marcó un hito en la relación entre ambos países. Esta reunión, la primera de alto nivel desde el inicio de la nueva administración en México, congregó a la presidenta Claudia Sheinbaum y al primer ministro Mark Carney, acompañados por miembros clave de sus gabinetes. El encuentro, realizado en el Palacio Nacional, se llevó a cabo en un contexto de volatilidad económica en América del Norte, impulsado por recientes amenazas arancelarias de Estados Unidos, y buscó reafirmar la colaboración mutua en comercio, seguridad e inversión.

Contexto Histórico y Preparativos

México y Canadá mantienen una relación diplomática consolidada desde hace más de 81 años, con 31 años de libre comercio bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y su evolución al T-MEC. En 2024, el intercambio comercial bilateral alcanzó los 56 mil millones de dólares, posicionando a México como el tercer socio comercial de Canadá y a este último como el quinto de México. Esta interdependencia se ha reforzado mediante encuentros previos, como la participación conjunta en la Cumbre del G7 en Kananaskis, Alberta, en junio de 2025, y la visita de ministros canadienses a la Ciudad de México en agosto.

El anuncio de la cumbre se realizó con el objetivo de elevar la asociación bilateral a un nivel de «asociación estratégica integral», reflejando un compromiso para enfrentar desafíos comunes como la diversificación de cadenas de suministro y la construcción de economías más resilientes.

Temas Principales Discutidos

Comercio e Inversión
Se enfatizó la necesidad de abrir nuevos mercados y generar empleos de calidad, con prioridades en minería, agricultura y gas natural. Ambos líderes coincidieron en que América del Norte representa la región más competitiva del mundo y que el fortalecimiento del T-MEC es esencial ante la revisión programada para 2026.

Seguridad y Ciberseguridad
Se abordó la colaboración en seguridad económica y procesos de extradición, además de la coordinación en ciberseguridad para proteger infraestructuras críticas, reconociendo la vulnerabilidad compartida ante amenazas transnacionales.

Energía, Infraestructura y Recursos Naturales
Se discutieron oportunidades en energías renovables y recursos sostenibles, buscando impulsar proyectos que generen prosperidad inclusiva y desarrollar infraestructuras resilientes para soportar el crecimiento económico mutuo.

Innovación y Salud Sanitaria
Se destacó la firma de un memorándum de entendimiento sobre seguridad sanitaria industrial y bioproducción, previsto para antes de finales de 2025, entre la Secretaría de Economía de México y el Ministerio de Innovación, Ciencia y Desarrollo Económico de Canadá.

La ausencia de Estados Unidos subrayó la intención de México y Canadá de avanzar en una agenda proactiva, sin dejar de reiterar su compromiso con el trilateralismo del T-MEC.

Acuerdos y Compromisos Alcanzados

El resultado más tangible fue la presentación del Plan de Acción México-Canadá 2025-2028, una hoja de ruta que guiará las acciones conjuntas durante los próximos tres años. Este plan establece mecanismos de diálogo permanentes, incluyendo encuentros frecuentes entre líderes y ministros en relaciones exteriores, finanzas, medio ambiente y seguridad pública. Además, se reforzará la Alianza México-Canadá como foro principal para evaluaciones conjuntas y ajustes continuos.

En su declaración conjunta, Sheinbaum y Carney destacaron que la asociación busca un futuro «más próspero, seguro, inclusivo y sostenible», comprometiéndose a una comunicación fluida y a la implementación inmediata de iniciativas que beneficien a trabajadores y empresas en ambos lados de la frontera.

La cumbre revitaliza la relación bilateral y posiciona a México y Canadá como aliados estratégicos en un entorno de incertidumbre geopolítica. Al priorizar la diversificación comercial y la seguridad compartida, buscan mitigar riesgos externos y potenciar su rol en la economía global. Mientras se aproxima la revisión del T-MEC, estos avances podrían servir como base para negociaciones trilaterales más sólidas, contribuyendo a la estabilidad de América del Norte.

 






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