En la conferencia matutina de este jueves, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, celebraron el trato preferencial que el país ha recibido en las medidas arancelarias anunciadas ayer miércoles por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ambos funcionarios destacaron que este resultado, es fruto de una estrategia diplomática basada en el respeto mutuo y una relación sólida entre los gobiernos de México y Estados Unidos.
Durante la conferencia, realizada en Palacio Nacional, Sheinbaum destacó que, a diferencia de otros países, México y Canadá no enfrentarán aranceles adicionales en sus exportaciones a Estados Unidos. “Escucharon el mensaje del presidente Trump ayer sobre esta nueva política comercial, arancelaria, de los Estados Unidos al resto del mundo. En el caso de México, no hay aranceles adicionales —tampoco a Canadá, aunque en el caso de Canadá sea en algunas especificaciones— y eso es bueno para el país”, afirmó la mandataria.
Sheinbaum atribuyó este logro a la construcción de una relación bilateral basada en el respeto a la soberanía nacional. “Aunque algunos no quieran reconocerlo, tiene que ver con la buena relación que hemos construido entre el Gobierno de México y el gobierno de los Estados Unidos, que se basa en el respeto: respeto a nuestra soberanía, colaboración, coordinación, pero con respeto a México, a las y a los mexicanos”, subrayó. Este enfoque, según la presidenta, ha permitido a México posicionarse favorablemente en un contexto global de reconfiguración comercial.
Por su parte, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, profundizó en la estrategia que ha guiado las negociaciones con Estados Unidos. “El reto que planteó la Presidenta es, en ese nuevo sistema comercial, la estrategia que ha definido la Presidenta Sheinbaum fue: México tiene que lograr un trato preferencial”, explicó Ebrard. El secretario destacó que este trato diferencial implica condiciones más competitivas para el país, aprovechando ventajas logísticas como la cercanía geográfica y la integración económica con su vecino del norte. “¿Cómo lograr que lo que México exporta sea más competitivo que lo de cualquier otro país? Esa es la ruta, lo que ha venido construyendo la Presidenta”, añadió.
Ebrard enfatizó que la exención de aranceles adicionales no es un hecho menor. “Funcionó, está funcionando, porque hoy sí tenemos un trato preferencial”, afirmó, señalando que el mantenimiento del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es un logro significativo en un entorno donde los acuerdos de libre comercio enfrentan presiones. “Es muy difícil que sobreviva un Tratado de Libre Comercio en un nuevo orden comercial fundado en tarifas. Si no hubiéramos logrado esto, la pregunta sería: ‘¿Entonces, qué pasó con el Tratado?’”, reflexionó.
La política arancelaria de Trump, anunciada el 2 de abril, impone tarifas a diversos países como parte de su agenda comercial, pero México y Canadá han quedado fuera de estas medidas más severas. Este resultado protege millones de empleos en México, especialmente en sectores clave como la industria automotriz, que depende en gran medida de la exportación a Estados Unidos. “Se protegen millones de empleos, más de 10 millones de empleos directamente relacionados”, precisó Ebrard, subrayando la importancia de esta estabilidad económica.
Sheinbaum también hizo hincapié en que el diálogo con Estados Unidos no concluye con este anuncio. “Tenemos un diálogo permanente con Estados Unidos, porque esto todavía no termina, este es un capítulo, pero no ha terminado”, señaló, dejando abierta la puerta a futuras negociaciones para consolidar la posición de México en el nuevo panorama comercial global.
El anuncio de Trump y las reacciones de los funcionarios mexicanos han generado un ambiente de optimismo moderado en el país. Sin embargo, tanto Sheinbaum como Ebrard coincidieron en que el trabajo continúa para garantizar que México aproveche al máximo las oportunidades que este trato preferencial ofrece, fortaleciendo su economía y su papel en el comercio internacional. En palabras de la presidenta, “es bueno para el país”, pero el desafío ahora es convertir esta ventaja en beneficios tangibles para la población.