El pasado martes 18 de febrero de 2025, el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, exmilitante del Partido Acción Nacional (PAN) y figura prominente de la política veracruzana, oficializó su afiliación al Movimiento Regeneración Nacional (Morena), generando una ola de reacciones que han expuesto divisiones internas en el partido gobernante.
La incorporación de Yunes, quien fue clave en la aprobación de la reforma judicial al brindar el voto decisivo que Morena necesitaba para alcanzar la mayoría calificada en el Senado, ha desatado un debate intenso, incluso entre los propios morenistas, quienes ven en esta decisión tanto una oportunidad estratégica como un riesgo para los principios del movimiento.
Yunes Márquez, hijo del exgobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes Linares, había sido expulsado del PAN tras votar a favor de iniciativas impulsadas por el gobierno de la Cuarta Transformación, lo que lo convirtió en un aliado no oficial de Morena desde septiembre de 2024. Su afiliación formal, acompañada por figuras como el coordinador de la bancada morenista en el Senado, Adán Augusto López, y el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, fue presentada como un refuerzo para las agendas legislativas de la presidenta Claudia Sheinbaum. Sin embargo, la decisión no ha sido bien recibida por todos.
Uno de los mayores focos de oposición ha sido la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, una de las fundadoras de Morena y conocida adversaria política de la familia Yunes. Nahle expresó su rechazo de inmediato a través de sus redes sociales, argumentando que Yunes Márquez no representa los postulados del movimiento de regeneración y carece de la honorabilidad requerida. Incluso mencionó la existencia de una supuesta “carpeta azul” que vincularía al senador con presuntos casos de lavado de dinero y otros delitos, anunciando que presentaría una solicitud formal a la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, para impugnar su ingreso al partido. El Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Veracruz también respaldó la postura de Nahle, subrayando que los militantes del estado merecen respeto y que la incorporación de Yunes podría ser vista como un retroceso.
La controversia no se limita a Veracruz. Gobernadores como Salomón Jara, de Oaxaca, también han manifestado su descontento, argumentando que figuras como Yunes y otros exmiembros de partidos opositores, como el exgobernador priista Alejandro Murat, contradicen los valores y principios fundacionales de Morena. Estas críticas reflejan un malestar más amplio dentro de sectores del partido que temen que la apertura a políticos con trayectorias controvertidas diluya la identidad del movimiento y lo convierta en un “refugio” para oportunistas.
Frente a esta tormenta, tanto la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, como la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, han optado por una postura de cautela, dejando la resolución del conflicto en manos de las instancias internas del partido. Durante su conferencia matutina del miércoles 19 de febrero de 2025, Sheinbaum evitó pronunciarse directamente sobre la afiliación de Yunes, limitándose a señalar que el tema debe ser resuelto por la dirigencia de Morena.
“Se lo dejo a la presidenta de Morena”, afirmó con una sonrisa, enfatizando que su rol como presidenta de la República es fortalecer el movimiento en su conjunto, no intervenir en los asuntos partidistas. Agregó que Morena es un partido sólido, con comisiones de Honestidad y Justicia capaces de dirimir controversias internas, y celebró que exista debate al interior, pues, en su opinión, demuestra que no hay pensamiento único en el partido.
Por su parte, Luisa María Alcalde, en respuesta a las críticas, especialmente las de Rocío Nahle, aseguró que la Comisión Nacional de Honor y Justicia de Morena será la encargada de evaluar la procedencia de la afiliación de Yunes. En un comunicado, Alcalde subrayó que el partido tiene mecanismos estatutarios para tomar decisiones basadas en sus principios, dejando entrever que la resolución final podría tardar, pero que se respetará el proceso.
