En una rueda de prensa realizada esta tarde en el centro de Cuernavaca, el ex gobernador de Morelos y actual diputado federal, Cuauhtémoc Blanco, rompió el silencio en torno a las recientes acusaciones legales que han puesto en entredicho su carrera política. Blanco se encuentra en el ojo del huracán debido a una solicitud de desafuero presentada por la Fiscalía de Morelos, que lo acusa de violación en grado de tentativa.
Blanco, visiblemente afectado pero firme en su postura, comenzó su discurso afirmando: «Yo no he hecho nada malo. Estas acusaciones son completamente falsas, y son parte de una campaña de desprestigio y persecución política en mi contra.»
El ex futbolista y ahora político aseguró que siempre ha actuado dentro del marco legal durante su trayectoria tanto en el ámbito deportivo como en su desempeño como servidor público.
El diputado negó rotundamente haber cometido el delito de violación en grado de tentativa por el cual se le acusa, y aprovechó la oportunidad para desmentir cualquier relación de parentesco directo con la denunciante, refiriéndose a ella como «media hermana de mi hermano mayor», lo que según sus palabras, añade una capa de confusión y malinterpretación a las acusaciones.
Blanco también dio a conocer que, en respuesta a estas acusaciones, él mismo había presentado una denuncia por extorsión contra Uriel Carmona, el ex fiscal de Morelos quien lideró la solicitud de desafuero. «Es una coincidencia muy conveniente que un día después de mi denuncia, se solicite mi desafuero. Esto solo prueba que estamos ante una persecución política orquestada», declaró Blanco, sugiriendo que Carmona habría actuado en represalia.
El diputado se mostró desafiante frente a la posibilidad de perder su fuero: «No voy a pedir licencia como diputado. Que siga el proceso de desafuero si así se tiene que hacer, pero yo llegaré hasta las últimas consecuencias. Mi conciencia está tranquila», añadió, reforzando su disposición a enfrentar cualquier investigación bajo el principio de presunción de inocencia.
Además, Blanco criticó lo que él considera un uso indebido de los procedimientos legales para fines políticos, asegurando que ha sido «agarrado de piñata» por sus detractores políticos y mediáticos, especialmente debido a su pasado como futbolista, lo cual, según él, ha sido usado para desacreditar su gestión pública.
Finalmente, el diputado hizo un llamado a la justicia y a la objetividad en el manejo de su caso, dejando claro que confía en que la verdad saldrá a la luz y que no permitirá que su nombre sea manchado por lo que considera acusaciones sin fundamento. «Estoy aquí dando la cara porque el que no debe, no teme», concluyó Blanco, prometiendo mantener a la opinión pública informada sobre los avances de su caso.