Las imágenes de la destrucción causada por el súper huracán Melissa, tras su paso por Jamaica y Cuba

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El huracán Melissa, el ciclón más intenso de la temporada atlántica de 2025, dejó un rastro de devastación a su paso por el Caribe. Formado como tormenta tropical el 23 de octubre, se fortaleció rápidamente hasta alcanzar la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson antes de impactar Jamaica el 28 de octubre con vientos sostenidos de hasta 185 millas por hora (298 km/h).

Posteriormente, debilitado pero aún poderoso, tocó tierra en Cuba como categoría 3 durante la madrugada del 29, cruzando el oriente de la isla con vientos de 120 millas por hora (193 km/h).

Eel impacto en ambas naciones incluyó inundaciones masivas, deslizamientos de tierra y severos daños estructurales, además de que en Jamaica se han confirmado las primeras defunciones. A continuación, se presentan los aspectos más relevantes de esta catástrofe, documentados con imágenes que reflejan la magnitud del fenómeno.

El azote en Jamaica: Un golpe sin precedentes

Jamaica soportó el núcleo de la furia de Melissa durante la tarde y noche del 28 de octubre, cuando el huracán cruzó la isla de sur a norte en unas ocho horas. El impacto principal ocurrió cerca de Ocho Ríos, en la costa norte, donde las ráfagas superaron los 200 km/h, arrancando techos y derribando árboles centenarios.

Las imágenes aéreas muestran barrios enteros sumergidos en el caos: en Montego Bay, las principales avenidas se transformaron en ríos de lodo y escombros, mientras vehículos eran arrastrados por una marea ciclónica de hasta 3,7 metros. Los complejos turísticos, vitales para la economía local, aparecen con piscinas desbordadas y fachadas colapsadas. En una escena insólita, incluso se observaron tiburones en zonas residenciales anegadas, evidencia del alcance del mar tierra adentro.

Las lluvias acumuladas superaron los 500 milímetros en 24 horas, provocando deslizamientos en las colinas de Portland y Saint Mary. Fotografías desde el terreno muestran comunidades aisladas por puentes colapsados y carreteras bloqueadas. Cinco personas perdieron la vida, principalmente por ahogamientos y derrumbes, mientras que el 90% del territorio quedó sin energía eléctrica.

Los daños materiales se estiman en miles de millones de dólares. Miles de viviendas perdieron sus techos y las plantaciones de banano y caña de azúcar resultaron severamente afectadas. El primer ministro Andrew Holness declaró “zona de desastre nacional”, activando refugios y evacuaciones que evitaron una tragedia mayor, aunque el proceso de recuperación se perfila largo y costoso.

La travesía por Cuba: Inundaciones y resiliencia en el oriente

Horas después de abandonar Jamaica, Melissa llegó a Cuba por Chivirico, en la provincia de Santiago de Cuba, alrededor de las 3:00 a.m. del 29 de octubre. Aunque ya debilitado por la interacción con el terreno montañoso, el huracán mantuvo su fuerza durante varias horas mientras cruzaba el oriente del país.

Las imágenes satelitales muestran un ojo bien definido que trajo un breve periodo de calma en Contramaestre, seguido de intensas lluvias que descargaron hasta 469 milímetros en zonas como Charco Redondo, en Granma. Ríos desbordados en El Cobre y Jiguaní dejaron comunidades aisladas y obligaron a rescatar a 17 personas atrapadas por crecidas repentinas.

Fotografías locales documentan techos arrancados, viviendas colapsadas y carreteras destruidas en Guamá y San Antonio del Sur. En la costa sureste, el oleaje alcanzó hasta 8 metros, inundando avenidas como la Patria, en Santiago de Cuba, donde centros culturales y hoteles sufrieron graves daños.

Más de 735 mil personas fueron evacuadas preventivamente, lo que evitó pérdidas humanas. Sin embargo, las imágenes de refugios improvisados en escuelas y polideportivos reflejan la magnitud del desplazamiento. Los apagones generalizados y los daños en los sistemas de agua complicaron las labores de emergencia, mientras que los embalses, como El Corojo, registraron niveles históricos de desborde.

Al mediodía del 29 de octubre, Melissa emergió de Cuba como huracán categoría 2, con vientos de 100 millas por hora, avanzando hacia las Bahamas. Las imágenes desde Jamaica y Cuba capturan no solo la destrucción —árboles caídos, lodo cubriendo calles y campos agrícolas—, sino también la respuesta inmediata: brigadas limpiando escombros bajo la lluvia y equipos de ayuda internacional distribuyendo insumos de emergencia.

 







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