Este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó la Ley HALT Fentanyl (Alto al Tráfico Letal de Fentanilo), una legislación destinada a endurecer las medidas contra el tráfico de fentanilo, un opioide sintético que ha causado miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos. Durante la ceremonia en la Casa Blanca, Trump pronunció declaraciones que han generado controversia en México al afirmar que los cárteles de la droga ejercen un «tremendo control» sobre el país, incluyendo a políticos y autoridades electas, lo que ha avivado el debate sobre la relación bilateral entre ambos países.
Una Ley para Combatir la Crisis del Fentanilo
La Ley HALT Fentanyl clasifica permanentemente al fentanilo y todas sus variantes como sustancias controladas de Lista I, la categoría más restrictiva bajo la Ley de Sustancias Controladas de Estados Unidos. Esto implica penas más severas para quienes fabriquen, distribuyan o posean esta droga, con una sentencia mínima obligatoria de 10 años de prisión para los traficantes. Trump destacó que esta medida busca cerrar vacíos legales que los narcotraficantes han explotado al modificar ligeramente la composición química del fentanilo para crear variantes más peligrosas, como el carfentanilo, hasta 100 veces más potente que el original.
El presidente estadounidense subrayó que el fentanilo es responsable de una crisis de salud pública que ha cobrado decenas de miles de vidas en su país. Según datos recientes, en 2024 se registraron 80,400 muertes por sobredosis en Estados Unidos, de las cuales el 60% están relacionadas con el fentanilo, a menudo mezclado con otras drogas como la cocaína. La legislación, que cuenta con apoyo bipartidista, refleja la urgencia de abordar esta epidemia que afecta a comunidades enteras, especialmente a jóvenes de entre 18 y 45 años, para quienes el fentanilo es la principal causa de muerte.
Declaraciones Polémicas Sobre México
Durante su discurso, Trump hizo afirmaciones que han generado malestar en México. Sin presentar evidencia específica, aseguró que los cárteles mexicanos no solo dominan amplias regiones del país, sino que también ejercen influencia sobre políticos y funcionarios electos. Según el mandatario, las autoridades mexicanas están «petrificadas» por el poder del crimen organizado, al punto de temer presentarse en sus oficinas o realizar su trabajo. Estas declaraciones refuerzan la narrativa que Trump ha mantenido desde su campaña, vinculando la crisis del fentanilo con el tráfico de drogas desde México y justificando medidas como aranceles comerciales y la designación de cárteles como organizaciones terroristas extranjeras.
En febrero de 2025, la administración Trump designó a seis cárteles mexicanos, incluyendo el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), como organizaciones terroristas, lo que amplía las herramientas legales de Estados Unidos para perseguir a estos grupos. Trump también señaló que los cárteles han adaptado sus métodos, utilizando rutas marítimas y hasta pequeños submarinos para evadir los controles fronterizos reforzados.
Implicaciones para México
Las palabras de Trump han reavivado tensiones en la relación México-Estados Unidos, especialmente en un contexto donde la cooperación bilateral en materia de seguridad es crucial. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha enfatizado que su gobierno está comprometido con combatir el narcotráfico, destacando operativos como el decomiso de más de una tonelada de fentanilo en Sinaloa, el mayor en la historia del país. Sheinbaum ha defendido la soberanía mexicana y promovido un enfoque de colaboración basado en el respeto mutuo, rechazando cualquier narrativa que sugiera subordinación o inacción por parte de México.
Las declaraciones de Trump también han generado preocupación por sus posibles consecuencias. La designación de cárteles como organizaciones terroristas podría facilitar acciones unilaterales de Estados Unidos, como operaciones de inteligencia o incluso intervenciones militares en territorio mexicano, algo que el gobierno mexicano ha rechazado categóricamente.
Además, Trump ha vinculado la crisis del fentanilo con aranceles comerciales del 30% a México, argumentando que el país no hace lo suficiente para detener el flujo de drogas. Estos aranceles, programados para entrar en vigor el 1 de agosto, podrían impactar la economía mexicana, especialmente en sectores clave como la exportación de productos manufacturados.