La prisión, desde su origen mismo,
es la intersección de destinos
desafortunados, el lugar de encuentro
del sujeto y la verdad.
Jacques Derrida
La liberación de Israel Vallarta y la declaración de su inocencia implican que el liberado estuvo 20 años secuestrado por el Estado Mexicano; no es el caso de una sentencia y una condena equivocadas como sucede con cientos de miles de inocentes que purgan condenas en México y el mundo por delitos que no cometieron.
Pero no, este hombre estuvo preso 20 años ¡sin juicio y sin sentencia! ¡secuestrado!, en una trama que involucra a un empresario sionista agente del mossad israelí Eduardo Margolis, a los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, a las nefastas televisa y tv azteca, a otros medios y a una serie de siniestros y oscuros personajes como Isabel Miranda de Wallace, una conspiración, abierta, pública y descarada.
No cabe duda, tuvieron secuestrado 20 años a un hombre al que ahora la “justicia” declara inocente sin ninguna explicación de porque tardaron dos décadas en llegar a esa conclusión, vaya manifestación de “injusticia expedita”
Tal resolución deshace un entramado sinuoso y da una brillantez elíptica a la historia, los operadores de la gran canallada, Genaro García Luna y cárdenas Palomino están en prisión, Israel Vallarta en libertad, vemos claramente que no es lo mismo “20 años después” y se han abierto tensiones dramáticas: ¿qué pasara con el empresario sionista cuya venganza provocó la tormenta?, cuando sabemos que hoy en día el MOSSAD, Israel y el nazi/sionismo son los representantes del mal en el mundo, resulta significativo el poder del sionismo en las cloacas del Estado mexicano, a tal grado influyen, que México ha sido incapaz de condenar el genocidio en Gaza.
El periodista Oscar Balmen que logró una inusitada entrevista con Eduardo Margolis, relata que el empresario judío se siente Batman, se identifica plenamente con el personaje y tiene un principio que rige sus actos: “Quien se mete con la comunidad judía se mete conmigo”, da miedo viniendo la frase de un agente del MOSSAD que se siente justiciero y maneja su propio equipo de seguridad (paramilitar) y actúa impunemente en México. Es un poder en las sombras: BATMAN, ni más ni menos.
¿Qué sucederá con los y las “periodistas” que promovieron la farsa, elaborando un montaje y un fraude monumental de implicaciones internacionales?, ha terminado el segundo acto del drama y se han abierto las expectativas para el tercero.
Se ha exhibido una vez más la fragilidad del sistema judicial en México y el mundo, a tal grado que el déficit de justicia en la humanidad es escandaloso e irreparable, la justicia es una de las utopías más inalcanzables, no existe, ni la humana ni la divina, no en esta dimensión en que coincidimos.
La falla moral que provoca el drama, ya es parte de la naturaleza humana, han fracasado todas las religiones, se han malogrado todas las revoluciones, los sueños colectivos de libertad, igualdad y fraternidad naufragan exiliados de la humanidad; tal vez llegó el momento que vislumbró José Martí: “llegó la hora de los hornos y no has de ver más que la luz”
Estar en la cárcel siendo inocente, condenado a años de prisión o en algunos casos a cadena perpetua o incluso a la pena de muerte es una de las situaciones más repugnantes y dolorosas en la historia de la injusticia humana muy propia de su naturaleza; Neal Simmons en Oklahoma estuvo 48 años en prisión por un crimen que no cometió, los hermanastros Henry Macallum y Leo Brown 30 años en Detroit, Lamar Johnson 30 años en Missouri por nombrar los casos más recientes.
En Estados Unidos más de 300 presos han sido declarados inocentes en los últimos 5 años. En Chile son 53 000 en la última década y si se abre la investigación resultarán cientos de miles, tal vez millones de víctimas de la injusticia, baste recordar que en muchos países las cárceles son privadas, al convertirse en negocio, la justicia desaparece.
Es incalificable purgar una condena siendo inocente, pero estar 20 años preso sin un juicio, sin una sentencia, es un rapto; es la constatación de la prevalencia de la villanía, del odio imperativo, la victoria absoluta de la mentira.