VERDADES MENTIROSAS… LA TIERRA PROMETIDA

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“La guerra vuelve estúpido al vencedor

y rencoroso al vencido”

Friedrich Nietzsche

El ensayo/escaramuza y demostración de musculatura entre Israel (Estados Unidos) e Irán, ha concluido, fue un preámbulo de la guerra que viene; un ensayo transmitido al mundo entero en tiempo real y que significó el pináculo de la conversión de la historia, en montaje holliwoodiense de tinte tragicómico, en el que   la ficción se come al documental, la mentira devora a la verdad y en el que la determinación entre vencedor y vencido es cuestión de fe.

Pero hay imágenes que son hechos y van al fondo del drama tragicómico, imágenes que se vuelven icónicas porque son en sí mismas mapas de ruta para acercarnos al devenir de esta especie de cine snuff en este nuevo giro de la historia. Tal es el caso de la imagen sonriente del sicario jázaro/polaco Netanyahu, frente a las ruinas del Instituto de ciencias Weizman

Una imagen para profundizar en su ruta: los “israelís”, sionistas, jázaros  usurpadores de la identidad judía, racial, política y religiosa, contemplan atónitos la destrucción de algunos de sus sitios claves  ante la impotencia de su “cúpula de hierro”, cuya fortaleza inexpugnable resultó una de las mentiras que se hicieron verdad más grandes de la historia, al igual que todas las invenciones que han dado pauta a la invención del estado de Israel y a un supuesto pero inexistente “pueblo israelí”, mentiras todas que han costado sangre de propios y extraños.

Durante 12 días Israel empequeñeció, se reveló vulnerable en extremo; instalaciones eléctricas, centros de inteligencia (mossad), zonas residenciales o el Instituto de ciencias Weizman, las imágenes que recorrieron al mundo pusieron a la defensiva a Israel; la victoria para el sicario Benjamín Netanyahu son las ruinas que tiene enfrente.

¿Acaso el montón de escombros es su “tierra prometida”? ; el sicario jázaro/polaco Benjamín Netanyahu   en su nihilismo desatado podría  provocar  un “holocausto 2.0”, pues como buen fanático paleo/ bíblico y nihilista, la destrucción total es la victoria, en el fondo de su alma se siente un héroe del Armagedón.; basta con observar su sonrisa con las ruinas del Instituto Weizman a sus espaldas, mientras hacia una de sus alocuciones temerarias, esa imagen es una de las más simbólicas de la actual guerra, le está diciendo a los “israelís”  “ahí está su tierra prometida.”.

Netanyahu se nota feliz en el escenario de la destrucción, está en su elemento, con la bendición absoluta del emperador Donald I , hacen una simbiosis sorprendente, y tienen definidos sus respectivos papeles, el jázaro polaco será el héroe guerrero y el magnate será el guía, harán de Gaza un lujoso centro vacacional, Israel se apoderará de Siria, Irán Irak y Yemen y Estados unidos de Groenlandia,, Canadá y la mitad de México y fundarán El Gran Israel y el Gran Estados Unidos”, una coincidencia de intereses inmaculada y total.

Mientras los palestinos comen arena en su desesperación y al borde de la hambruna, Netanyahu maldice a Irán porque se ha tenido que suspender dos veces ¡la boda de su hijo! Mientras Trump afirmaba que el líder supremo de Irán es “un blanco fácil”; el dúo padece el complejo de Dios, definido en psicología como “una actitud o comportamiento en el que una persona muestra una sensación de superioridad, creyendo que es infalible y omnipotente, puede negarse a admitir errores, incluso frente a problemas complejos, y considerar sus opiniones como incuestionablemente correctas”.

La invención de mentiras verdaderas ha sido masiva, a tal grado que en las televisoras sionistas de México dan por hecho la “victoria de Israel”, predicen el cambio de régimen en Irán  e insisten en “inflar” el poder de su domo de hierro, pero la realidad se va develando por la vía de los hechos; han fallado en todos sus cálculos como lo demostró la manifestación multitudinaria en Irán  en defensa de su cultura, su pueblo, de la Revolución Islámica y por supuesto de Ali Jamenei su líder supremo.

Quedó demostrado que Israel no es capaz de vencer a Irán sin la intervención directa de Estados Unidos y aún se ve menos factible el cambio de régimen en la República Islámica.

Mientras el hombre que sonríe ante la destrucción tiene vía libre para hacer lo que se le venga en gana con Palestina y los palestinos. DONALD I sabe alimentar muy bien a su perro de presa.

 

 

 

 


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