“Rusia es un acertijo envuelto en
Un misterio, dentro de un enigma”.
Wiston Churchill.
La Plaza Roja en Moscú se ha convertido de pronto en el “centro del mundo”, el 9 de mayo, desde el lugar donde yace la momia de Lenin, se dio el banderazo de partida a la nueva batalla por la hegemonía mundial, Rusia cimbró al mundo y lanzó junto a sus aliados, con China a la cabeza, una advertencia clara y demoledora contra las pretensiones imperiales de Donald I y la santa alianza nazi sionista.
La celebración del día de la victoria de Rusia (Unión Soviética) sobre el ejercito nazi, ha tenido tintes de una reunión de aliados, que disfrutaron juntos de la apoteósica conmemoración, que aunque festeja el pasado, también mira al futuro en el que se configura sin remedio una nueva victoria, ahora sobre el nazismo ucraniano y la OTAN liderada por Estados Unidos, cuyas perspectivas de romper la alianza Chino/ Rusa se han visto desahuciadas por las declaraciones y los acuerdos entre Vladimir Putin y Xi Jinping, que entre otros acuerdos ratificaron su alianza militar y declararon que su relación se encuentra en el punto más alto de su historia.Es significativa la constante aparición del presidente chino al lado del ruso en diferentes momentos y lugares, además de su reunión privada de 7 horas, vaya que tenían mucho que pactar.
El presidente ruso ejerció estos días de anfitrión DE 27 jefes de estado entre los que destacan Miguel Díaz-Canel, de Cuba; Nicolás Maduro, de Venezuela; y Luis Inácio Lula da Silva, de Brasil, además de que llegaron los gobernantes de siete repúblicas ex soviéticas y de Egipto, Mongolia, Laos y Vietnam, entre otros países y eso que los lideres europeos y los rusofobos de Estados Unidos se jactaban del aislamiento de Rusia;en sí la propaganda occidental en su conjunto, recibió por parte de Rusia un mentís rotundo.
No fue un simple acto conmemorativo sino una especie de cónclave estratégico que manda un mensaje muy claro al imperio, en un lenguaje que contrasta con la táctica del blufeo de Trump y su corte de oligarcas.
La derrota de occidente que predijo Emanuel Todd está sucediendo a pesar de criminales bloqueos económicos, congelamiento de activos, robos financieros,l sabotaje al gaseoducto Nord Stream, prohibiciones, exclusiones deportivas, comerciales, culturales y de todo tipo, ataque desorbitados contra su cultura y su historia, Rusia resistió y como lo demuestra el 9 de mayo pasado, es probable que resulte vencedor.
Trump quiso desviar la atención con un supuesto “grandioso acuerdo” con un “grandioso país”, que resulto ser un acuerdo más con Gran Bretaña (la pérfida Albión) pasó desapercibido ante la tajante demostración de Moscú.
La geopolitica mundial es en el siglo XXI una carambola envenenada, la pregunta no es ¿habrá guerra? es ¿hasta donde llegara?, los frentes son múltiples, con bordes orillas y rebotes que pueden generar estallidos a diestra y siniestra como lo demuestra el sucedido entre La India y Pakistán y el genocidio imparable contra el pueblo palestino cuyo exterminio es crucial para la fundación del “gran Israel”, mientras en el pentágono se prepara el proyecto “seed”(la guerra contra Irán).
El reloj del fin del mundo avanza inexorable,la implosión capitalista está en marcha; el dilema histórico planteado por Rosa Luxemburgo “socialismo o barbarie” parece que se ha resuelto: ganó la barbarie.