“Era como un gallo que creía que el sol había Salido para oírle cantar».
George Elio
El nazi sionismo tiene una utopía, que a diferencia del resto de las utopías de la historia, podemos verla en una especie de simulación virtual; el nuevo paraíso de gigantescas estatuas doradas de oro puro con la imagen apabullante de Donald I, de dinero que llueve del cielo sobre Elon Musk, uno de los profetas esenciales de la gran quimera, una obscena fantasía de casinos monumentales, hoteles estelares con sus respectivas bailarinas despampanantes, con rascacielos, yates de lujo y niños jugando en la playa y frases como “TrumpGaza brilla con fuerza”, “futuro Dorado” “una vida nueva, fiesta y baile”, “el trato está hecho” “Trump Gaza es el número I”; lujo, belleza y artificio por doquier.
El narcisismo en el poder se erige como fundador de un “nuevo mundo” con un nuevo Cesar tocado por la divinidad, recordemos que la escultura romana del retrato nació para el emperador, pero ahora el mármol y el bronce se han sustituido por el oro y Germania fue remplazada por ¡GAZATRUMP!, el narcisismo delirante al poder.
“MI LUCHA”, el libro en donde Adolf Hitler plasmó su utopía, ha sido sustituido por un manifiesto en Inteligencia Artificial en donde DONALD i relata el gran sueño del IV REICH que ahora ha trasladado su sede a Washington y que ha dejado de simular su simbiosis con el sionismo.
Las lecturas del manifiesto nazi/sionista son múltiples y llegan hasta la cima de lo innombrable cuando descubrimos las imágenes de Benji Netanyahu y Donald I en traje de baño, tomando el sol playero con sendos cocteles, en una especie de nicho de ternura autocomplaciente, tan grotesca que provoca interpretaciones de vuelos alucinógenos cuasi gay, sería un cartel maravilloso de propaganda LGBT…….
Es un nuevo paraíso, que espera construirse sobre la sangre de miles de palestinos que corren el peligro de sufrir una Nakba (catástrofe) definitiva, Donald I ha determinado que Gaza será su ensayo general de lo que quiere para el mundo, en su edén la pobreza seguirá existiendo, pero los pobres serán invisibles, la pobreza persistirá, pero será sepultada en las cañerías, como en METRÓPOLIS, la premonitoria obra de Fritz Lang.
De los palestinos ni hablar, Trump ha decretado su desaparición de la faz de la tierra, para los profetas del nazi/sionismo Palestina ya no existe; de hecho, han puesto en marcha un programa de exilio o destierro voluntario para los habitantes de Gaza, además de que no cesan los avances sionistas en Cisjordania.
¿Acaso la utopía nazi sionista es realizable? DONALD I cree que sí; Netanyahu seguirá haciendo el trabajo sucio con más ahínco, mientras Donald I y sus “caballeros confeccionan lo que los nazis apenas se atrevieron a soñar; un nuevo orden, una transmutación en la escala de valores, una transformación ética y moral radical, una nueva religión, una especie de resurrección del “cristianismo positivo” nazi; sin duda DONALD I firmaría para sí mismo las palabras de Hans Kent el Ministro del Reich para Asuntos Eclesiásticos , “el cristianismo positivo no «depende del Credo de los Apóstoles , ni de la «fe en Cristo como hijo de Dios , lo representa el Partido Nazi , El Führer es el heraldo de una nueva revelación «.