Y cuando Alejandro vio la extensión de sus dominios,

lloró porque no había más mundos que conquistar.”

ALAN RICKMAN

Hacer a Estados Unidos “Grande Otra vez” tiene implicaciones programáticas y estratégicas de gran calado; significa en primera instancia que el gigante del norte ha empequeñecido, que su hegemonía está en disputa en todos los terrenos; comercial, militar, cultural, que los Estados de la Unión discrepan de la “unión”, California quiere un Calexit y Texas un Texit y que internamente subsiste una polarización radical con sesgos económicos, sociales y raciales que podrían conducir a una implosión.

En su momento fue necesaria la entronización del actor mediocre Ronald Reagan para imponer la agenda neoliberal y la destrucción de los estados nacionales, la globalización financiera, y el advenimiento del unipolarismo ante la autodestrucción de la Unión Soviética.

Ahora es necesaria la intervención de un magnate inmobiliario/petrolero/casinero, un “negociador estilo americano” cuya misión consiste en salvar a Estados Unidos de su inminente catástrofe.

Proteccionismo al interior, neoliberalismo imperial hacia el exterior, es la fórmula de la operación “salvación” que está llevando a cabo el régimen de Donald Trump, es de tal magnitud, que toca a todo el mundo, no se diga a México, el vecino incomodo al que desde hace un par de siglos consideran su patio trasero.

La comentocracia mexicana anonadada, no atina a desmenuzar la transformación del orden mundial y se les van las horas en demostrar que Trump es impredecible, que el inquilino de la casa blanca improvisa sobre la marcha, que está atentando contra el derecho internacional; deliran y se equivocan, todo lo que está haciendo Donald Trump ya lo había anunciado, es totalmente predecible.

Es notable que a Latinus y Loretito (De Mola), a los pseudo periodistas tipo Leo Zuckermann o las seudo investigadoras estilo Denise Dresser o los seudo locutores como Joaquín López Velandia (alias Dóriga) y supuestos pseudo analistas de la clase de Raymundo Rivapalacio, les ha dolido en el alma la liquidación de la USAID, la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional que financiaba organizaciones y comunicadores para intervenir contra gobiernos no sometidos a sus designios.

LA USAID fue el medio que Estados Unidos usó durante décadas en Latinoamérica para imponer su política del garrote y la zanahoria, por un lado, financiaba proyectos humanistas, investigaciones científicas, paliativos contra desastres y hambrunas o programas alimentarios y por el otro daba dinero a grupos y comunicadores para golpear al gobierno.  En México conforman una red muy amplia, llega al Consejo Mexicano de Negocios, a la Coparmex, a miembros del Poder Judicial, a organizaciones de la sociedad civil, y son estos grupos los que litigaron contra las reformas y proyectos impulsados por el gobierno de López Obrador y ahora de Claudia Sheinbaum.

Sin embargo, con la liquidación de la agencia Trump está diciendo: no habrá más zanahoria, ahora sólo será el garrote.

El líder político del PRIAN Claudio X González y la ultra corrupta Amparo Casar han puesto el grito en el cielo pues la asociación civil mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) recibió 6 millones de dólares de susodicha agencia, para hacer la campaña sucia contra el régimen de la 4t; mucho dinero tirado por el caño de la obsoleta derecha mexicana.

La lista de mexicanos lubricados por la USAID que se volcaron en apoyo a Ucrania y que se unieron al coro anti ruso y apostaron por Kamala Harris y el club Obama/Clinton /Biden es muy larga, involucra a políticos de todos los partidos, a periodistas de todos los tintes y a intelectuales orgánicos e inorgánicos. Recordemos que en 2023 el comediante ucraniano Zelensky envió un mensaje video grabado a la cámara de diputados que fue celebrado por los prianistas y también por algunos morenistas y del partido del Trabajo, que aplaudieron a rabiar al títere Zelensky.

Pero para DONALD I ya se ha invertido suficiente en Ucrania, recuperará su inversión con tierras raras y recursos naturales que negociará con Moscú, pero no con Kiev. De paso será el héroe de la paz ucraniana y europea.

Europa llora desconsolada su derrota y se allana el camino para el regreso del nazismo en Alemania, en Italia y Francia, mientras Trump concentra sus fuerzas en la guerra comercial contra China que posee las reservas de oro y dólares más grandes del mundo.

Al parecer el 19 de mayo pueden encontrarse en Moscú Vladimir Putin, Xi Jinping y Donald Trump durante la celebración del día de la victoria en la Plaza Roja de Moscú en donde se discutirá el nuevo reparto del mundo.

No cabe duda que para “hacer grande a estados Unidos otra vez”, Donald I tendrá que pasar por Rusia y negociar con China.