Es la hora de los hornos y no se ha de
ver más que la luz”
José Martí
Las urnas “democráticas” ya esperan el acopio de votos que definirá el futuro de México en los próximos seis años y quizá por mucho tiempo más. Si se confirma la existencia de una Revolución de las Conciencias podría significar el inicio de una era.
Si es verdad que hay un movimiento social decidido a transformar el país a través de la defensa de la soberanía y sus recursos naturales, entonces ese movimiento se manifestará en las urnas confirmando que ha sucedido el milagro de la irrupción de Las Conciencias en el gobierno de su destino, es lo que se define como Revolución.
Las elecciones son un fiel reflejo de lo que ocurre en la sociedad en niveles multidimensionales: expresan la correlación de fuerzas en el acontecer de la lucha de clases y nos revelan quien lleva la parte dominante en la batalla ideológica, en la lid del pensamiento y es en el fondo una guerra de las conciencias.
Las próximas elecciones probaran si en México sucede esa transformación del pensamiento, impensable bajo los gobiernos prianistas, sabremos si hay una rebelión contra el pensamiento dominante; que se encarna en una lucha por la soberanía, el humanismo y las libertades, contra el pensamiento único, la inmovilidad social, el clasismo y el racismo.
No sólo se enfrentan dos proyectos de nación, se confrontan dos concepciones de la humanidad y del mundo, dos formas de pensar contrapuestas y con métodos de pensamiento divergentes; es la guerra de la esperanza contra la resignación; la encrucijada no es Democracia o Dictadura sino pensamiento único o libre pensamiento, eso es lo que se juega en esta guerra de las conciencias.
Los medios de comunicación tradicionales, convertidos en matraqueros de la derecha mexicana, los 52 “abajo firmantes” del manifiesto de intelectuales a favor de Xóchilt Gálvez y la marea rosa que llenó el zócalo reflejan que el pensamiento dominante se siente acorralado y desesperado por ese salto cualitativo del pueblo de México.
Si es que está en marcha tal Revolución, quiere decir que el pueblo de México se apresta a tomar la presidencia de la República, el Congreso de la Unión y el poder judicial por la vía de las “urnas”.
Por supuesto que la neoderecha mexicana, de aliento fascista y sionista, ya prepara el contra golpe, alentados por la reunión de Madrid, quieren descarrilar las elecciones, son capaces de tentar y despertar al “tigre”.
Mientras tanto en Madrid se reunió la Internacional Fascista para velar las armas y ungir al sionista Javier Milei como su baluarte libertador. Se está gestando un nuevo orden mundial en el que no sólo el clima y la atmosfera, sino también la lucha de clases, sufrirán una convulsión de época.
La Guerra de las Conciencias es mundial.