José Antonio Ortega/Apocaliptic.Com
La estrategia diseñada para ganar la elección sigue su curso. El guion y la pauta establecidos, se cumplen al pie de la letra. Empieza por la mañana –desde Palacio Nacional- y no para. Continúa a lo largo del día, desde distintos frentes, con diferentes actores. El propósito es consistente: minar la credibilidad del árbitro y la autoridad electoral.
A escasos días de la cita con las urnas hay desencanto. Las campañas no terminan de conectar con los ciudadanos. El proselitismo ramplón sigue sin despertar interés. La ausencia de propuestas viables se suple con un modelo de comunicación errático. Es evidente que ninguna estrategia de comunicación resuelve problemas estructurales.
Ese es realmente el fondo del asunto. Los partidos políticos siguen sin entenderlo. No logran encontrar la manera adecuada para persuadir al votante. No saben, no quieren o no pueden. Transitan por la ruta equivocada. La difusión incesante de espots, que se transmiten a un ritmo diario de 314 mil 516 no convence.
Como tampoco convence su marketing político. La pinta de bardas o colocación de vinilonas y espectaculares. La distribución de volantes que sólo generan basura. Encuestas de todo tipo, que señalan de antemano al ganador. No es con ejercicios estadísticos como se gana una elección. Todo mundo sabe que la encuesta es de quien la contrata.
Las viejas prácticas son recurrentes. La coacción y compra de voluntades. Regresa el reparto de despensas, grava, arena, cemento, varilla, tinacos… Nunca se fueron, de hecho. Después de todo, en su gran mayoría, son los políticos de siempre. Así llegaron al poder en ocasiones anteriores. No tiene por qué ser diferente, asumen.
Faltan pocos días para el día de la elección. Los partidos, sus candidatos y militantes apretarán el paso. Apostarán a su voto duro y al abstencionismo. Intensificarán su llamado al voto útil, vía la declinación. En ese inter, la estrategia diseñada desde las alturas del poder, sigue su marcha. El guion y la pauta establecidos.
Mientras tanto…
Signos ominosos se presentan en 31 entidades y 321 municipios del país. La violencia enciende focos rojos, mete miedo a la contienda. Cosa de ver que en lo que va del actual proceso electoral 443 políticos, aspirantes a cargos de elección popular y candidatos en campaña, han sufrido algún tipo de agresión: 80 de ellos han perdido la vida.
Son datos duros del Cuarto Informe de Violencia Política en México 2021 (*) que hace públicos la empresa Etellekt Consultores. Cifras que arroja su Indicador de Violencia Política en México y que engloban: homicidios dolosos, amenazas, privaciones ilegales de la libertad, robos e intimidaciones, entre otros delitos.
Hechos delictivos que afectan a 155 mujeres, quienes representan el 35 por ciento del total de victimas. Ilícitos que reflejan la cruda realidad de nuestro espacio público. La creciente participación de los poderes fácticos, en nuestra incipiente democracia. El rostro descarnado de la lucha por el poder.
Los actores políticos voltean la mirada hacia otra parte. Fingen no ver lo que está ocurriendo. Permanecen ajenos a un fenómeno que deberían erradicar. Prefieren repartir culpas a encarar el problema. Confrontar y descalificar al adversario. Inhibir el diálogo y el acuerdo. La búsqueda de soluciones para erradicar esas malas prácticas.
Por lo tanto…
Llegó el momento de abrir bien los ojos. Mirar por el bien de la patria. Tener presente que en democracia, el derecho a elegir y controlar a los gobernantes reside en el pueblo. No en los candidatos que pretenden imponer los poderes fácticos. No en los políticos de moral distraída.
El primer domingo de junio es la oportunidad de refrendar nuestra democracia. Ocasión propicia para definir con nuestro voto al mejor perfil y sufragar por el mejor candidato. Fecha para recordar a candidatos y gobernantes que la política es el arte de gobernar con el consentimiento ciudadano, que gobernar por la fuerza es tiranía.
Vayamos sin miedo a nuestra cita con las urnas. Erradiquemos de una vez por todas el abstencionismo. Demostremos que el voto es nuestra mejor arma contra la intimidación y los malos gobiernos. Es la esencia de toda democracia representativa. Cumplamos con nuestra responsabilidad ciudadana.
*https://www.etellekt.com/informe-de-violencia-politica-en-mexico-2021-A30-etellekt.html