Toluca, Edoméx.- El Órgano Interno de Control (OIC) le ha salido caro a la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx). Y no es metáfora, es literal. El ex titular del OIC universitario, Victorino Barrios Dávalos, no sólo difamó a la institución con acusaciones al viento infundadas y obviamente nunca comprobadas, sino que además se sirvió con la cuchara grande pidiendo a la administración universitaria toda clase de apoyos para su oficina y, por otra parte, aprovechando su posición se hizo de un préstamo millonario de la Federación de Asociaciones Autónomas de Personal Académico de la Universidad Autónoma del Estado de México (FAAPAUAEM).
En cuatro años como titular del OIC universitario Victorino Barrios recibió personal, equipamiento, transportes y otros recursos que superan los 50 millones de pesos, un presupuesto que no está justificado a partir de los resultados que entrega, sobre todo si se piensa en lo que se pudo hacer con esos recursos para mejorar las instalaciones de las preparatorias, facultades y escuelas de la UAEMéx.
Con los recursos de los que dispuso, se esperaba que Victorino Barrios descubriera el entramado de la “estafa maestra” como lo prometió, que desvelara fraudes al erario universitario como también lo presumió en varias entrevistas… Pero nada de eso ocurrió y Victorino jamás se disculpó, ni con la institución, ni con las personas a las que mal acusó y difamó.
Victorino Barrios Dávalos también utilizó su posición para hacerse de un préstamo por 2 millones de pesos en condiciones más que favorables por parte de la FAAPAUAEM. Todo trabajador sindicalizado tiene derecho a disfrutar de los beneficios que le ofrezca su organización gremial, pero ningún servidor público puede usar su posición para obtener prebendas a las que ningún agremiado común puede aspirar.
En el año 2022 el ex titular de la OIC se benefició de su cargo para recibir un préstamo en “fast track” del sindicato académico de la institución a la que le cuida las cuentas. Una operación financiera, que aunque Victorino Barrios liquido en 12 quincenas, pagando un monto de 58 mil 896 pesos 06/100 de intereses, fue poco transparente en su procedimiento pues no se saben las condiciones y si cumplió con todos los requisitos que se le piden a los agremiados a la FAAPAUAEM, como tener un ahorro con la organización gremial de cuando menos un tercio del monto solicitado.
En la solicitud para hacerse del empréstito, el ex titular del OIC reportó 29 años de antigüedad actualmente con la categoría de Profesor de Asignatura (horas clase) definitivo, adscrito al Órgano Interno de Control con un salario mensual neto de 90 mil 500 pesos. Sin embargo, Victorino nunca fue asignado al OIC por la administración universitaria ni por el Consejo Universitario, su llegada al OIC fue producto de una decisión política, un nombramiento surgido de la legislatura mexiquense, que si bien no obligaba al contralor a renunciar a sus horas clase, lo más ético hubiera sido dejarlas para enfocarse al 100 por ciento como contralor.
Con el salario de un profesor de asignatura (con un máximo de 18 horas por semana) difícilmente se tiene un ahorro de más de 650 mil pesos en la FAAPAUAEM para poder acceder a un préstamo de 2 millones de pesos y pagarlo en 6 meses, por lo que evidentemente Victorino Barrios tomó ventaja de su posición como contralor para hacerse de ese empréstito millonario, además de que para obtenerlo reportó el salario de contralor y no el de profesor de asignatura, cuando la figura del contralor no es académica y por ende no puede ser integrante de la FAAPAUAEM.
Hasta el día de hoy, habiendo terminado su periodo legal y sin que la ley le indique que debe seguir funciones en lo que se nombra al nuevo contralor o contralora, Victorino Barrios continua despachando en las oficinas del OIC, dando órdenes a los directores, haciéndose llegar de información privilegiada, ofreciendo entrevistas a periodistas y, lo más grave, usufructuando los recursos de la universidad.
Por lo anterior, es presumible que el ex contralor de la UAEMéx está incurriendo en el delito de usurpación de funciones del servicio público toda vez que el estatuto universitario no ha sido reformado para que quien termine el periodo como titular del OIC siga en funciones en lo que se nombra al sucesor o sucesora en aras de que la instancia no quede acéfala. Esta situación si ocurrió con otras instancias como la Fiscalía General de Justicia cuya reglamentación sí fue modificada para los efectos en mención.
De acuerdo a nuestras investigaciones Victorino Barrios dejo de percibir su jugoso salario en la segunda quincena de septiembre, mientras que en la primera cobró la parte proporcional a 11 días, pues el 11 de septiembre culminó su periodo, sin embargo, sin posibilidades de ser ratificado como contralor y también sin posibilidades de cumplir su sueño de ser rector, Victorino se aferra al OIC de la máxima casa de estudios y cultura del Estado de México… Nos leemos en la tercera y última entrega.