Toluca, Edoméx.- El transporte público en el Estado de México no mejora, por el contrario cada vez está peor. Al pésimo servicio que ofrecen a los usuarios hay que agregarle la impunidad de la que gozan la líneas concesionadas por el gobierno mexiquense, que ni supervisa el actuar de los transportistas y mucho menos los sanciona.
Ejemplos de lo anterior hay muchos y todos los días surge uno. El pasado viernes 20 de septiembre así ocurrió cuando el irresponsable operador de la unidad con número económico 831 y Placa 150135-K, de la Línea Xinantécatl, Alexis Santana Álvarez, se enfrascó en una “carrera del centavo” con el conductor de un autobús de otra línea sobre Avenida Paseo Tollocan a la altura de la fábrica Nestlé y, al rebasarlo, le voló el espejo retrovisor cuyos pedazos cayeron dentro del camión de la Línea Xinantécatl causándole un corte arriba de la oreja derecha a uno de los pasajeros de nombre Aldo Colín.
El operador de la unidad, lejos de detenerse, aceleró más y siguió su ruta. Cuando el afectado le dijo que tenía un corte y estaba sangrando, el operador, Alexis Santana Álvarez, evidentemente sin la más mínima capacitación, sin ningún protocolo, sin el más mínimo sentido común, siguió su ruta y se limitó a decir: la Línea Xinantécatl se hace responsable por las lesiones. De inmediato el afectado envió mensajes al número de quejas de la empresa transportista, pero nunca obtuvo respuesta.
El afectado, siguió la ruta con el operador hasta que la unidad llego a su base. Ahí marcó al número de quejas y tras varios intentos logró que lo comunicaran con Adrián Esquivel, quien se dijo encargado de Accidentes de la Línea Xinantécatl y dijo al afectado que se aplicaría el seguro del usuario en la Cruz Roja, que se fuera para allá, a lo que el usuario herido le respondió que con qué número de póliza o con qué documento se presentaría en la Cruz Roja, el encargado de accidentes le ofreció que se esperara en la Base de Cacalomacán y que él mismo lo llevaría.
Estuve esperando una hora, le marqué y me dijo que estaba en Plaza Sendero y que tardaría una hora en llegar. Le dije que lo esperaría y su respuesta fue “mejor ve a una farmacia de Similares y que te desinfecten y yo llego y pago la consulta”. Le dije que no, que lo esperaría y así paso una hora más, me dieron las 10 de la noche en Cacalomacán, narró Aldo Colín.
El usuario de la Línea Xinantécatl y herido por la irresponsabilidad de uno de sus operadores, terminó atendiéndose en Urgencias del ISSEMYM después de que un amigo fuera por él a la base de Cacalomacán.
Esta historia, la historia de un usuario, que a la vez es la historia de millones de usuarios mexiquenses, es uno de los ejemplos diarios del pésimo servicio de transporte público que hay en el Estado de México y, en este caso particular en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca. El transporte público goza de total impunidad.