En una atropellada jornada en una improvisada sede alterna del Senado de la República, en horas de la madrugada de este miércoles finalmente fue aprobada la Reforma Judicial propuesta por el poder ejecutivo.

Después de que en la tarde se tuviera que suspender la sesión tras la irrupción de decenas de manifestantes a la sala de sesiones, se designó una sede alterna en el antiguo salón del Senado en Xicoténcatl, a donde se implementó también un operativo con cientos de granaderos.

Mientras que afuera del recinto, se reportaban enfrentamientos entre manifestantes y la policía, lo que incluyó el lanzamiento de gases contra personas que participaron de la protesta, al interior del recinto también se realizaba una disputa.

Cabe señalar que el senador del Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio, denunció también haber sido agredido en las afueras del senado, e incluso haber sufrido un ataque con gasolina en el rostro; no obstante que aún así se presentó para los debates en el senado, donde argumentó acerca de la necesidad de la reforma, no obstante que señaló múltiples deficiencias de la propuesta actual.

Lejos del sano diálogo y debate que había sido convocado por todas las partes, la sesión se volvió momentos después un griterío, particularmente después de que el presidente del senado, Fernández Noroña, rechazó la solicitud de la bancada de Movimiento Ciudadano de posponer la sesión, debido a que presuntamente un senador se encontraba retenido de forma ilegal en Campeche, concretamente Daniel Barreda.

Durante la sesión matutina, Fernández Noroñoa, afirmó desde la tribuna, que ya había hablado con el senador, que estaba en buen estado y que se encontraba en la Ciudad de México.

Sin embargo, al parecer esto no fue del todo cierto, pues una comitiva de Movimiento Ciudadano se trasladó a Campeche mientras estaba la sesión, y comprobó que el senador se encontraba al interior de la Sala de Juicios Orales de la Fiscalía de Campeche.

Aunque el senador Barreda no estaba en calidad de detenido, sí se encontraba acompañando a su padre, quien es diputado local, y quien fue levantado y detenido en horas de la madrugada y trasladado a las instalaciones de la fiscalía.

Al padre del senador lo mantuvieron retenido por varias horas, en una sala donde tampoco se les permitía estar con equipos de comunicación, lo que obligó al senador a ausentarse, de la sesión más importante del sexenio.

Aunque los senadores en la Ciudad de México reclamaban que hacía falta un senador, y que el presidente de la mesa había mentido, sus peticiones de posponer la sesión no fueron atendidas, lo que generó que tanto opositores a la reforma, como promotores de la reforma, se pusieran de pie sobre la tribuna y abajo de ella, generando un duelo de consignas que se extendió durante el resto de la sesión.

Así, de este modo, en medio de gritos, reclamos y consignas, se procedió a realizar el supuesto «debate», donde los argumentos apenas y quedaban perceptibles, y que además terminó siendo recortado por el presidente del Senado.

Aunque inicialmente se habían acordado dos rondas de discusiones, aludiendo a la situación de desorden, Fernández Noroña pidió a los senadores pronunciarse acerca de si estaban de acuerdo que «ya estaba suficientemente discutido el tema», después de solo una ronda de participaciones, lo cual fue avalado, generando así la prematura votación.

Fue así que se procedió a realizar la votación senador por senador, siendo uno de los últimos en emitir su voto, el panista Miguel Ángel Yunes Márquez, quien había solicitado licencia en la mañana, pero que después recobró de forma casi milagrosa su salud, para presentarse en la sesión vespertina, y ratificar los rumores de los últimos días, al votar a favor de la reforma promovida por Morena.

Con este voto, Morena consiguió el voto 86 que le aseguraba finalmente la mayoría calificada, logrando además el porcentaje de las dos terceras partes por un margen aún mayor, debido a la ausencia del senador de Movimiento Ciudadano.