Este miércoles se ha generado una caótica jornada política en Perú, que ha derivado en la remoción del presidente, Pedro Castillo, como respuesta a su intento de disolver el Congreso.
Para el día de hoy, estaba programada una sesión en el Congreso, para valorar una posible destitución del presidente, aludiendo a una presunta «incapacidad» para gobernar.
Horas antes, el presidente Pedro Castillo, unilateralmente emitió un mensaje donde anunció que disolvía el Congreso, que convocaría a formar una nueva constituyente, toque de queda, entre otras medidas extraordinarias.
Castillo, afirmaba que desde su llegada al poder, había recibido múltiples ataques y había tenido que lidiar con una total obstrucción del congreso peruano, a pesar de sus llamados al diálogo.
Tras el mensaje de Castillo, el Congreso convocó a sesión urgente, negó la disolución y votó por destituirlo de forma inmediata, para que en su lugar ascienda al poder la vicepresidenta Dina Boluarte.
Este mismo miércoles, Boluarte, quien pertenece al mismo partido de Castillo, pero quien también ha condenado sus acciones, ha rendido protesta como la primera mujer presidenta en la historia del Perú.
Boluarte asumió con la consigna de formar un gobierno de unidad, que permita devolver estabilidad y paz social al país andino.
Mientras tanto, surgieron rumores de que Pedro Castillo, podría intentar refugiarse en la embajada mexicana, después de que el canciller Marcelo Ebrard señalara apertura para darle protección si así lo solicitaba.
Fue así que se convocó a realizar un bloqueo en los alrededores de la embajada mexicana, para buscar evitar el ingreso de Pedro Castillo, quien también comenzó a ser considerado fugitivo.
Finalmente Castillo no logró llegar a la embajada mexicana, y fue detenido por la Policía Nacional del Perú en la misma ciudad de Lima.
En horas recientes habría sido trasladado a la sede de la policía nacional, donde rendirá su primer declaración en calidad de detenido.
Castillo, ha estado envuelto en múltiples señalamientos de corrupción, no obstante hasta la fecha no tenía condena alguna por este delito; diputados opositores también denunciaban posible «incapacidad» del funcionario, después de haber formado 5 gabinetes en año y medio de gobierno, además de haber tenido más de 80 ministros al frente de las diferentes dependencias gubernamentales.
Tras su mensaje de disolución del congreso, también se registró una ola de renuncias, de parte de diversos altos funcionarios, incluido el responsable de la Secretaría de Defensa.














