La temporada del Día de la Virgen de Guadalupe representa uno de los periodos de mayor actividad comercial para los productores de flor del Estado de México, al concentrar cerca del 15 por ciento de sus ventas anuales. De acuerdo con información del Gobierno estatal, esta festividad se mantiene como la tercera de mayor impacto económico para el sector, después del Día de las Madres y el Día de Muertos.
Más de mil hectáreas destinadas al cultivo
Durante octubre y noviembre, los productores mexiquenses preparan mil 139 hectáreas de cultivo para atender la demanda previa al 12 de diciembre. En esta superficie se siembran rosas, crisantemos, gladiolas, claveles, gerberas, girasoles, lilis y forrajes finos, cuya comercialización se intensifica en la semana que antecede a la celebración.

La flor con mayor volumen en esta temporada es el crisantemo, con aproximadamente 400 hectáreas sembradas y una derrama económica estimada en 650 millones de pesos. En segundo lugar se posicionan las rosas, que abarcan 258 hectáreas y generan un valor aproximado de 207 millones de pesos.
Centros de distribución clave
Para colocar su producción, los floricultores mexiquenses se apoyan en distintos mercados regionales y nacionales. Entre los principales puntos de distribución se encuentran la Central de Abasto de la Ciudad de México, el Mercado de Jamaica, la Central de Abasto de Villa Guerrero, el Mercado Xochiquetzal de Tenancingo, el Mercado Texcoflor de Texcoco y los viveros de Atlacomulco.
Esta actividad consolida al Estado de México como uno de los polos florícolas más importantes del país, especialmente durante las fechas de mayor demanda religiosa y cultural.














