Más de 3 mil 900 productores de maíz del Estado de México han recibido apoyo económico por afectaciones en sus cultivos a través del Programa de Atención de Siniestros Agroclimáticos en el Campo Mexiquense (PASACME), informó el Gobierno estatal encabezado por la maestra Delfina Gómez Álvarez.
De acuerdo con la Secretaría del Campo, esta cifra representa el 95 por ciento de las personas beneficiadas dentro de la estrategia, implementada en 2024 para sustituir los seguros privados por apoyos directos. El esquema otorga hasta 4 mil pesos por hectárea siniestrada, con un límite de tres hectáreas por productor, con el objetivo de fortalecer el bienestar y la recuperación del sector rural.
Apoyos por 23.6 millones de pesos
En total, 4 mil 70 productores de distintos cultivos recibieron recursos del programa, entre ellos 2 mil 987 hombres y mil 83 mujeres, quienes reportaron daños en 5 mil 906 hectáreas a causa de sequías, inundaciones, heladas y vientos fuertes.
El monto global destinado asciende a 23 millones 627 mil 200 pesos, distribuidos directamente entre los afectados. Más de la mitad de los apoyos, un 57 por ciento, se concentraron en la zona norte y centro de la entidad, regiones reconocidas por su alta producción de maíz.
Incentivos complementarios al precio del maíz blanco
Además del PASACME, el Gobierno del Estado de México impulsa el Programa de Apoyo Complementario al Precio de Garantía del Maíz Blanco (COPREGME), correspondiente al ciclo agrícola Primavera–Verano 2024.
Mediante este esquema, se otorga un incentivo adicional de mil pesos por tonelada a los productores que comercializan su grano con Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex). Con esta medida, 1 mil 155 productores fueron beneficiados por la venta de 19 mil toneladas de maíz blanco, con una inversión superior a 19.5 millones de pesos.
El Edoméx, cuarto acopiador nacional de maíz blanco
Los apoyos complementarios y la coordinación con Segalmex permitieron alcanzar un precio de 7 mil pesos por tonelada de maíz acopiado, lo que fortaleció la competitividad del campo mexiquense y mejoró los precios en el mercado local.
Gracias a estas acciones, el Estado de México se posicionó como el cuarto acopiador de maíz blanco a nivel nacional, consolidando su papel como uno de los principales productores del país y refrendando el compromiso del Gobierno estatal con la seguridad alimentaria y la reactivación económica rural.
