La Comisión de Procuración y Administración de Justicia de la LXII Legislatura del Congreso del Estado de México aprobó por unanimidad una iniciativa para sancionar el delito de acecho o stalking con penas de hasta seis años y ocho meses de prisión, según diversos agravantes. La propuesta, impulsada por la diputada Lilia Urbina Salazar (PRI), busca fortalecer la protección de las mujeres mexiquenses frente a la violencia de género.
La reforma, que modifica el Código Penal y la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de México, establece penas de seis meses a dos años de prisión y multas de 100 a 300 días para quienes, de manera reiterada, vigilen, persigan, acosen o busquen establecer comunicación no deseada con una persona, ya sea directamente o a través de terceros, utilizando cualquier medio, incluidas las redes sociales. Se considera conducta reiterada cuando ocurre en más de dos ocasiones.
Las sanciones se incrementan a tres años y cuatro meses si el acecho involucra armas, objetos, o actos que dañen a la víctima, sus bienes, o a personas cercanas con el fin de intimidar.
Las penas alcanzan los seis años y ocho meses en casos agravados, como cuando el delito lo comete un servidor público (quien será destituido e inhabilitado), se vulneran medidas de protección, o la víctima es menor de edad, mujer embarazada, persona adulta mayor, con discapacidad, o si el agresor tiene una relación previa de confianza o subordinación con la víctima.
También se agrava si el acecho se basa en la identidad de género, orientación sexual o antecedentes de violencia de género.
La diputada Emma Laura Álvarez Villavicencio (PAN), presidenta de la Comisión, destacó que el acecho no es una expresión de afecto, sino una forma de violencia y control que genera miedo y limita la libertad de las víctimas, causando daños emocionales. Por su parte, la legisladora María Mercedes Colín Guadarrama (PRI) explicó que el delito se perseguirá por querella, salvo cuando las víctimas sean menores de edad, en cuyo caso se investigará de oficio.
La iniciativa define el acecho como acciones persistentes que provocan miedo, inseguridad, angustia o ansiedad, impactando la libertad y el estilo de vida de la víctima, pudiendo también afectar su patrimonio o a personas cercanas.