El Congreso local del Estado de México aprobó esta semana un conjunto de reformas destinadas a fortalecer la protección de los ecosistemas y promover prácticas agrícolas responsables en los municipios. Estas iniciativas, impulsadas por la diputada Rocío Alexia Dávila Sánchez y el diputado Pablo Fernández de Cevallos González, coordinador parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), buscan integrar a las comunidades en la restauración ecológica y garantizar un equilibrio entre el cuidado del medio ambiente y la seguridad alimentaria.
Las reformas, que modifican tanto la Constitución local como la Ley de Cambio Climático de la entidad, establecen el derecho de las comunidades a participar activamente en la protección y recuperación de los ecosistemas. Este enfoque participativo no solo empodera a la ciudadanía, sino que también vincula esfuerzos entre el gobierno, los ciudadanos y el sector empresarial para enfrentar los desafíos del cambio climático. Según lo expuesto en el dictamen, elaborado por las comisiones unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales, y de Protección Ambiental y Cambio Climático, las nuevas disposiciones fomentarán la conservación y el manejo sustentable de los recursos naturales, esenciales para mitigar los efectos adversos del «calentamiento global».
Uno de los aspectos más destacados de estas reformas es la promoción de políticas públicas orientadas a la creación de áreas verdes urbanas, como azoteas y muros vegetales. Durante la presentación del dictamen, la diputada Dávila Sánchez subrayó los múltiples beneficios de estos espacios: desde la reducción de contaminantes atmosféricos y la absorción de dióxido de carbono hasta la regulación de microclimas y la disminución del ruido vehicular. Estas áreas no solo embellecen los entornos municipales, sino que también contribuyen a estabilizar temperaturas, controlar el efecto invernadero y proteger contra la radiación ultravioleta, mejorando así la calidad de vida de los habitantes.
La legisladora enfatizó que la crisis climática y ambiental que enfrenta el Estado de México requiere soluciones integrales y de largo plazo. En este sentido, las reformas no solo se centran en la restauración ecológica, sino que también apuestan por una agricultura sostenible que fortalezca la economía local y garantice la disponibilidad de alimentos. “Es fundamental combinar la protección del medio ambiente con el desarrollo económico y la participación ciudadana”, afirmó Dávila Sánchez, quien destacó la necesidad de destinar recursos progresivos para implementar estas iniciativas, así como para capacitar y sensibilizar a la población sobre su importancia.
Por su parte, el diputado Fernández de Cevallos González resaltó el carácter colaborativo de las reformas, que buscan alinear los esfuerzos de todos los sectores de la sociedad. “La conservación de nuestros recursos naturales es una responsabilidad compartida, y estas leyes sientan las bases para un futuro más verde y resiliente”, señaló. El respaldo del Congreso mexiquense a estas propuestas refleja un compromiso con la adaptación al cambio climático y la construcción de comunidades más sostenibles.
Con esta aprobación, el Estado de México se posiciona como un referente en la lucha contra el deterioro ambiental, apostando por un modelo que prioriza tanto la naturaleza como el bienestar de sus habitantes.