TOLUCA, EdoMéx. – En un mundo donde el agua potable se convierte en recurso estratégico, una investigadora de la UAEMéx ha sido distinguida con el Premio Mujeres en Ciencias Biológicas y de la Salud: Matilde Montoya 2025 por su trabajo en la primera línea de defensa contra contaminantes emergentes. La profesora Hariz Islas Flores, de la Facultad de Química, monitorea desde 2009 la presencia de fármacos y productos de cuidado personal en cuerpos de agua del Estado de México, evaluando sus efectos tóxicos en ecosistemas acuáticos.
El Bioindicador Perfecto: Ranas que Revelan la Verdad Tóxica
Utilizando el modelo biológico xenopus laevis, Islas Flores y su equipo analizan malformaciones, estrés oxidativo y alteraciones en el comportamiento causados por filtros solares y compuestos farmacéuticos. Su investigación, que también explora métodos de remoción para sistemas de tratamiento de agua, representa un baluarte contra contaminantes que escapan a los procesos convencionales de depuración. «Detrás del laboratorio también hay mujeres que soñamos, trabajamos y logramos resultados», afirma la científica.
Rompiendo Barreras: Maternidad, Enfermedad y Estereotipos de Género
La trayectoria de Islas Flores no ha estado exenta de obstáculos. La investigadora ha enfrentado estereotipos de género, el desafío de equilibrar la maternidad con la ciencia y el diagnóstico de una enfermedad crónica. «Pensé que ya no iba a poder, pero me di cuenta de que sigo teniendo la capacidad y el tiempo para hacer un trabajo que me apasiona, para inspirar a futuras científicas», compartió. Su perseverancia se ha convertido en un modelo para nuevas generaciones.
La Estrategia de Siembra Científica: Llevar Ejemplos a las Aulas
Considerando clave aumentar la presencia femenina en carreras STEM, Islas Flores aboga por llevar ejemplos de científicas en activo a primarias, secundarias y preparatorias. «He observado el impacto que genera compartir con honestidad los obstáculos, aprendizajes y experiencias de vida que han marcado mi camino profesional», explicó. Su propio interés por la ciencia nació en la infancia, observando ranas que despertaron su curiosidad por el mundo acuático.
En apocaliptic.com, documentamos este reconocimiento como un faro en la niebla tóxica que amenaza nuestros recursos hídricos. Mientras la contaminación farmacéutica se convierte en amenaza silenciosa, científicas como Hariz Islas Flores construyen los sistemas de alerta temprana que podrían determinar nuestra supervivencia hídrica. Su trabajo no solo purifica agua; limpia el camino para que más mujeres lideren la batalla científica por un futuro habitable.















