El Colegio Mexiquense y la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) organizaron el foro «Migración en tránsito y derechos humanos», un espacio de diálogo que reunió a académicos, organizaciones de la sociedad civil y autoridades para abordar los retos de la migración en México y su contexto internacional. Durante el evento, se destacó la drástica reducción de flujos migratorios hacia Estados Unidos, la criminalización de los migrantes, la participación del crimen organizado y la necesidad de políticas migratorias con enfoque humanitario.

Contexto migratorio: una crisis de derechos humanos

El foro, realizado en Santa Cruz de los Patos, sede de El Colegio Mexiquense, subrayó que la migración de mexicanos y otras nacionalidades hacia Estados Unidos se encuentra en su nivel más bajo en décadas. Según Tonatiuh Guillén López, ex presidente de El Colegio de la Frontera Norte y ex comisionado del Instituto Nacional de Migración, en mayo de 2025 se registraron solo 12 mil encuentros con migrantes en la frontera norte, de los cuales 8 mil fueron mexicanos, en contraste con los 300 mil de 2023.

Esta reducción se atribuye a la política antiinmigrante del presidente estadounidense Donald Trump, caracterizada por una retórica que califica a los migrantes como «invasores» y medidas de extrema dureza, como la militarización de la frontera y la criminalización de los flujos migratorios.

Guillén López señaló que México ha actuado como un «socio complaciente» en la contención migratoria, lo que ha generado tensiones tanto en la frontera sur como en la norte del país. Además, destacó el impacto en los migrantes repatriados, muchos de los cuales carecen de un lugar al que regresar tras años fuera de México, así como las dificultades de los migrantes internacionales varados en el país.

La dimensión humana de la migración

El evento puso énfasis en la necesidad de abordar la migración desde una perspectiva humana. Raymundo César Martínez García, presidente de El Colegio Mexiquense, abogó por un enfoque integral que priorice a las personas, especialmente a mujeres, infancias, adultos mayores y miembros de la comunidad LGBTQ+, quienes enfrentan mayores vulnerabilidades. Organizaciones como Hospitalidad y Solidaridad, representada por Fernanda Acevedo, expusieron la situación en Tapachula, donde se han registrado movimientos de migrantes de países como Rusia y Afganistán.

Por su parte, Dinorah Arceta Casanova, del Instituto para las Mujeres en la Migración, resaltó la creciente presencia de mujeres migrantes y la persistencia de la violencia de género, además del desplazamiento forzado interno que afecta a unas 300 mil personas en México.

El foro también abordó el impacto del crimen organizado en la migración. Jorge Alberto Pérez Cobos, de Uno de Siete Migrando, señaló que este controla gran parte de los flujos migratorios, especialmente en Chihuahua, mientras que María Inés Barrios de la O, de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, destacó la importancia de los espacios de atención a migrantes.

Salud mental y necesidades espirituales

La dimensión emocional de los migrantes fue otro tema central. Efrén Velázquez Gutiérrez, de la Iglesia Anglicana de México, subrayó las necesidades espirituales y de salud mental de los migrantes, quienes enfrentan condiciones extremas. Asimismo, Joel Rosales Quiñonez, de la Codhem, detalló los esfuerzos institucionales para atender a esta población, aunque persisten desafíos significativos.

Presentación de un libro y conclusiones académicas

Un momento destacado fue la mesa redonda dedicada al libro Escenarios de las movilidades y las migraciones contemporáneas en el Estado de México, editado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx). La obra, coordinada por Ana Elizabeth Jardón Hernández, fue comentada por Carlos Alberto González Zepeda, de la UAM-Lerma, y las coautoras Itzel Hernández Lara, Zoraida Ronzón Hernández y Lucía Cristina Ortiz Domínguez, quienes analizaron el papel del Estado de México como receptor y expulsor de migrantes.

El foro contó con la participación de 130 asistentes, incluyendo representantes de 10 instituciones académicas, tres gubernamentales y cuatro de la sociedad civil, así como estudiantes de la Universidad Intercultural del Estado de México. En las conclusiones, se enfatizó la urgencia de diseñar políticas migratorias que prioricen los derechos humanos y respondan a las dinámicas actuales, marcadas por la militarización, la criminalización y la exclusión.

Un llamado a la acción

El evento, resultado de un convenio entre El Colegio Mexiquense y la Codhem, reafirmó la importancia de la colaboración interinstitucional para abordar la migración desde un enfoque ético y humanitario. Frente a un panorama de creciente hostilidad en Estados Unidos, con anuncios de un mayor presupuesto antiinmigrante para 2026, y los retos internos en México, el foro instó a replantear las políticas migratorias para garantizar la dignidad y los derechos de los migrantes en tránsito.