Francisco Javier López
En los dos acontecimientos dramáticos acecidos en los últimos días, en Zinacantepec, la respuesta de la Policía Municipal de esta localidad fue inmediata, por un lado eliminando a un delincuente y arrestando a otro, en el primer caso, mientras que en el segundo: el atentado que sufrió el primer regidor, José Luis Álvarez Orozco, los agentes arribaron a lugar cuando todavía flotaba en el aire el humo de las detonaciones.
Ese viernes, cuando el regidor resultó lesionado de una ráfaga cuando iba a bordo de su camioneta, de inmediato se reunieron los responsables de la seguridad en la demarcación; autoridades de los tres órdenes municipal, federal y estatal, para analizar lo sucedido e iniciar las investigaciones que seguramente darán con las personas responsables.
Es digno de mención, la atención inmediata del presidente municipal, Gerardo Nava Sánchez, quien se ha mantenido al tanto de todo lo acontecido y emprendido las decisiones necesarias, a fin de seguir garantizando la seguridad de la municipalidad.
No puedo dejar de observar, que en ambos acontecimientos los hechos iniciaron en otros municipios: en el caso de los ladrones, éstos venían de Almoloya de Juárez, mientras que en el del regidor, este fue interceptado cuando estaba en los linderos entre Toluca y Zinacantepec.