El campeón vigente del futbol mexicano enfrenta días turbulentos. A pocas horas de la semifinal de ida contra Rayados, Toluca confirmó una recaída de Alexis Vega que lo deja fuera del primer duelo y que detonó la separación inmediata de tres integrantes del área médica. La baja del capitán y los movimientos internos alteran la preparación de un plantel que busca sostener su ruta hacia el bicampeonato.

Una recaída que cambia el panorama

Alexis Vega arrastraba un torneo marcado por problemas físicos. Tras una molestia en la Jornada 1 ante Xolos y un desgarre muscular grado II sufrido el 26 de octubre frente al Pachuca, el delantero había seguido una rehabilitación que, según estimaciones iniciales, lo pondría de regreso para la Liguilla.

No ocurrió así. El jugador quedó fuera de la recta final del torneo regular y de los cuartos de final contra Juárez, serie que Toluca superó 2-1. Durante los entrenamientos de la última semana, Vega volvió a resentirse y posteriormente desarrolló una lesión en el tendón rotuliano de la pierna izquierda. Estudios realizados el lunes confirmaron el daño tendinoso, lo que lo descarta del partido de ida de este miércoles 3 de diciembre en Monterrey.

Se trata de la tercera lesión del atacante en el torneo, un patrón que interrumpe su continuidad y elimina a la principal referencia ofensiva del equipo justo antes de una serie decisiva.

La baja del capitán no fue el único golpe. La directiva, junto con el cuerpo técnico encabezado por Antonio Mohamed, decidió separar a dos fisioterapeutas y a un kinesiólogo involucrados directamente en la rehabilitación del jugador. La decisión sería por inconformidades del cuerpo técnico en el manejo de la recuperación, pues no se habrían detectado señales tempranas de riesgo.

Plazos de recuperación y dudas rumbo al cierre del torneo

El club no ha emitido un comunicado oficial esclareciendo su posición ni el tiempo de recuperación que se estima para el también seleccionado nacional.

La lesión del tendón rotuliano suele requerir entre 4 y 8 semanas de manejo conservador, y en casos más complejos puede prolongarse hasta tres meses. El panorama para Vega es incierto: está totalmente descartado para la ida y su presencia en la vuelta del sábado 6 de diciembre luce complicada.

En el mejor escenario, el jugador podría ocupar un lugar en la banca, aunque un regreso pleno antes de una eventual final —programada para el 13 y 14 de diciembre— se considera improbable.