Con dos mexicanos clave, Marineros de Seattle ganan Juego 1 de la ALCS y sueñan con la primera Serie Mundial del equipo

Publicada: Autor:

En una noche llena de drama y emociones en el Rogers Centre de Toronto, los Marineros de Seattle tomaron la delantera en la Serie de Campeonato de la Liga Americana (ALCS) con una victoria por 3-1 sobre los Azulejos de Toronto en el Juego 1, disputado la noche del 12 de octubre. Este triunfo no solo representa un “robo” de ventaja de local para el equipo de la Costa Oeste, sino que enciende la ilusión de una franquicia que, tras 48 años de historia, aún espera su primera aparición en la Serie Mundial.

Y en el centro de esta hazaña, dos mexicanos brillaron con luz propia: Randy Arozarena, el jardinero izquierdo que encabeza la tabla de bateadores de Seattle, y Andrés Muñoz, el cerrador estelar que parece impenetrable en octubre.

Un partido de pitcheo dominante y rallies oportunos

El encuentro comenzó con un golpe para Seattle: el abridor Bryce Miller, trabajando con solo tres días de descanso tras el maratón de 15 entradas en el épico juego definitivo de la Serie Divisional, cedió un jonrón solitario al primer bateador, George Springer, en el primer lanzamiento del juego. Esa carrera temprana ponía a los Azulejos por delante 1-0 y recordaba las dificultades del bullpen marinero, exhausto después de la épica victoria sobre los Tigres de Detroit.

Sin embargo, Miller se recompuso de manera magistral, lanzando seis entradas con solo una carrera limpia, un hit y tres boletos, ponchando a tres bateadores en una actuación que calmó los nervios de la banca visitante.

Los Marineros, por su parte, enfrentaron a un Kevin Gausman en gran forma, quien retiró a los primeros 16 bateadores de Seattle con una mezcla letal de sinkers y splitters. El silencio ofensivo duró hasta la sexta entrada, cuando Cal Raleigh, el receptor y bateador estrella de los Mariners, conectó su segundo jonrón de la postemporada —y el número 62 de su temporada regular— para empatar el marcador 1-1.

El desempate llegó de inmediato. Tras un boleto a Julio Rodríguez y un wild pitch que lo avanzó a segunda, Jorge Polanco —héroe de la Serie Divisional con el hit ganador en el Juego 5— soltó un sencillo impulsor que dio la ventaja 2-1 a Seattle.

El bullpen de los Mariners, liderado por relevistas como Gabe Speier y Matt Brash, mantuvo la puerta cerrada, permitiendo solo dos hits más a Toronto en las últimas tres entradas.

El toque mexicano: Arozarena y Muñoz, pilares de la victoria

Aunque los reflectores de los jonrones y hits decisivos apuntaron a Raleigh y Polanco, dos mexicanos fueron fundamentales en la estrategia y ejecución del equipo.

Randy Arozarena, adquirido por Seattle en un canje sorpresivo antes de la temporada, ha sido el número 1 en la lista de bateadores de los Marineros durante toda la temporada.

En la octava entrada, Arozarena robó dos bases y posteriormente tras otro hit de Polanco, anotó la tercera carrera de los Marineros, contribuyendo a ampliar la ventaja de los Mariners 3 a 1.

Pero si alguien selló el triunfo con broche de oro, fue Andrés Muñoz, el pitcher mexicano de 26 años que ha sido una muralla en la temporada y la postemporada, ejerciendo como el cerrador estelar del equipo. Entrando en la novena entrada con un par de carreras ventaja, lanzó una entrada impecable: cero hits, cero carreras, un boleto y un ponche, preservando el 3-1 final.

Muñoz no ha permitido una sola carrera en sus apariciones de postemporada hasta ahora. En la Serie Divisional lanzó 4.1 entradas en blanco con 6 ponches y solo un hit, manteniendo su ERA en 0.00 en octubre. Este “Muñózmodo”, como lo llaman los fans, ha sido clave para un bullpen que, pese al desgaste, ha permitido solo 3 carreras en 20 entradas combinadas en playoffs.

Nacido en Los Mochis, Sinaloa, Muñoz representa el orgullo mexicano en el montículo, con una recta que roza las 102 millas por hora y un slider devastador.

Un hito histórico: la primera ALCS ganada y el sueño de la Serie Mundial

Para los Marineros, esta victoria en el Juego 1 no es solo un paso adelante en la serie; es un capítulo en un libro de frustraciones que data de 1977, año de fundación de la franquicia. Seattle ha llegado a la ALCS en tres ocasiones previas —1995, 2000, 2001 y ahora 2025—, pero nunca ha superado la ronda.

En 1995 cayeron ante Cleveland tras un épico Juego 5 con Edgar Martínez; en 2000 y 2001, los Yankees de la dinastía los barrieron, pese a los 116 triunfos récord de ese último año. Aquellas derrotas dejaron a los Mariners como el único equipo de las Grandes Ligas sin una Serie Mundial en su historia, un estigma que pesa en una ciudad apasionada por el béisbol.

Ahora, con la serie al mejor de siete y el Juego 2 programado para este lunes en Toronto, Seattle sueña con barrer el camino hacia el Clásico de Octubre.

“Nunca hemos estado aquí ganando una ALCS, pero estos chicos lo merecen”, dijo el manager Scott Servais postpartido.

Con Arozarena impulsando la ofensiva y Muñoz cerrando puertas, los Marineros no solo honran su legado, sino que escriben uno nuevo. México, con sus dos embajadores en el campo, late al ritmo de esta ilusión: la primera Serie Mundial para Seattle podría ser, también, un trofeo tricolor en el horizonte.







Temas Clave