Este domingo se disputó la final del Mundial de Clubes de la FIFA en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, Estados Unidos, marcando el cierre de la primera edición de este torneo con un formato ampliado a 32 equipos. El encuentro enfrentó al Chelsea de Inglaterra contra el Paris Saint-Germain (PSG) de Francia, dos clubes europeos que llegaron al partido decisivo tras superar una intensa competencia.

El Chelsea se impuso con un contundente 3-0, destacando por su solidez táctica y efectividad. Cole Palmer fue la figura del encuentro, anotando dos goles, mientras que Joao Pedro completó la goleada con un tanto de gran factura. El PSG, a pesar de su dominio en fases previas, no logró encontrar su mejor versión y terminó con un jugador menos tras la expulsión de Joao Neves.

El partido, que atrajo la atención de aficionados de todo el mundo, se jugó en un ambiente vibrante, con una organización que buscó emular la magnitud de eventos como la Super Bowl. Sin embargo, el encuentro no estuvo exento de controversia, ya que al final se registraron incidentes entre los jugadores de ambos equipos, aunque no empañaron el espectáculo deportivo.

Esta edición del Mundial de Clubes, reunió a los mejores clubes de las seis confederaciones, con un claro dominio europeo en las fases finales. El Chelsea, dirigido por Enzo Maresca, celebró su segundo título mundial, consolidándose como uno de los clubes más exitosos en la historia del torneo. Por su parte, el PSG, pese a la derrota, cerró una temporada destacada tras conquistar su primera Liga de Campeones.

El torneo, marcó un hito en el fútbol de clubes, consolidándose como un evento de gran relevancia que promete seguir creciendo en futuras ediciones.