La París-Roubaix 2025, conocida como el «Infierno del Norte», volvió a cautivar a los amantes del ciclismo con una edición memorable este domingo 13 de abril. La 122ª edición de esta clásica, una de las cinco carreras Monumento del calendario, ofreció una jornada llena de drama, valentía y momentos que quedarán grabados en la historia del deporte.
Con un recorrido de 259.2 kilómetros desde Compiègne hasta el icónico velódromo de Roubaix, los 30 sectores adoquinados pusieron a prueba la resistencia y habilidad de los 175 ciclistas de 25 equipos que tomaron la salida.
Un Duelo de Titanes Define la Carrera
Desde el inicio, la expectación giraba en torno al enfrentamiento entre dos gigantes del ciclismo moderno: Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck) y Tadej Pogačar (UAE Team Emirates-XRG), quienes llegaban con un historial de victorias en los Monumentos de la temporada. Van der Poel, campeón defensor y ganador de las ediciones 2023 y 2024, buscaba un histórico tercer triunfo consecutivo, mientras que Pogačar, debutante en Roubaix, quería añadir esta corona a su impresionante palmarés.
La carrera se mantuvo tensa durante los primeros 100 kilómetros, con escapadas tempranas que no lograron consolidarse debido al ritmo implacable del pelotón. Sin embargo, el verdadero espectáculo comenzó en el sector de Troisvilles, donde los adoquines empezaron a fragmentar el grupo principal. Un grupo selecto, liderado por Van der Poel, Pogačar y Mads Pedersen (Lidl-Trek), se formó tras el paso por el Bosque de Arenberg, uno de los tramos más temidos del recorrido.
El Momento Decisivo: Estrategia y Resistencia
A 40 kilómetros de la meta, en el sector de Mons-en-Pévèle, la carrera dio un giro dramático. Van der Poel lanzó un ataque feroz, aprovechando un instante de duda en sus rivales. Pogačar respondió con su característica tenacidad, pero un error en una curva le costó caro, obligándolo a cambiar de bicicleta tras un pinchazo.
Este contratiempo, aunado a un segundo pinchazo kilómetros más adelante, permitió a Van der Poel abrir una ventaja de 20 segundos que, con su potencia y experiencia en los adoquines, supo gestionar magistralmente hasta el final.
Mientras tanto, Pedersen, Wout van Aert (Team Visma | Lease a Bike) y Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck) libraron una batalla intensa por las posiciones del podio, con Pogačar luchando en solitario para minimizar pérdidas. La entrada al velódromo de Roubaix fue un momento de gloria para Van der Poel, quien cruzó la meta en solitario con un tiempo de 5 horas, 31 minutos y 27 segundos, levantando su bicicleta en un gesto de triunfo.
El podio final reflejó la calidad de los competidores en esta edición:
- Mathieu van der Poel (Países Bajos, Alpecin-Deceuninck) – 5:31:27
- Tadej Pogačar (Eslovenia, UAE Team Emirates-XRG) – a 1:02
- Mads Pedersen (Dinamarca, Lidl-Trek) – a 1:45
La París-Roubaix 2025 no solo cumplió con su reputación de carrera implacable, sino que elevó aún más su leyenda. Los nuevos sectores adoquinados en Artres y Famars, devolvieron a la prueba su esencia pura y brutal. Van der Poel, con su tercer triunfo consecutivo, se une a leyendas como Octave Lapize y Francesco Moser, mientras que Pogačar dejó claro que su historia con los adoquines apenas comienza.