Este miércoles 19 de febrero de 2025, la tenista británica Emma Raducanu vivió un momento profundamente perturbador durante su partido de segunda ronda en el Dubai Tennis Championships, cuando rompió en llanto al identificar en las tribunas a un hombre que la había estado acosando.
El incidente, que ocurrió apenas dos juegos después del inicio de su enfrentamiento contra la checa Karolina Muchova, dejó a la campeona del US Open 2021 visiblemente afectada, buscando refugio detrás de la silla de la árbitra y luchando por recomponerse en medio de una situación que volvió a exponer las vulnerabilidades de las atletas femeninas ante el acoso.
El partido, ya retrasado por la lluvia, apenas había comenzado cuando Raducanu, de 22 años, se acercó al árbitro con evidentes signos de perturbación. Según testigos la jugadora señaló hacia las primeras filas de las gradas, donde estaba sentado el hombre que, según confirmó más tarde la Asociación Femenina de Tenis (WTA), había exhibido un comportamiento obsesivo hacia ella. Las imágenes mostraron a Raducanu ocultándose detrás de la silla de la árbitra, Miriam Bley, mientras las lágrimas rodaban por su rostro. Su oponente, Muchova, se acercó para consolarla, en un gesto que resaltó la solidaridad entre competidoras en un momento tan delicado.
Pretty scary situation when a stalker turns up at your match. Raducanu did well to finish given how rattled she was.pic.twitter.com/aQJB43BTVv https://t.co/uYSjpU3ZZk
— John Dean (@JohnDean_) February 19, 2025
El partido se pausó brevemente mientras la seguridad del torneo actuaba de inmediato, expulsando al individuo del estadio. A pesar de la interrupción y el impacto emocional, Raducanu mostró resiliencia al regresar a la cancha y completar el encuentro, aunque finalmente perdió con un marcador de 7-6 (8-6), 6-4. Sin embargo, el foco no estuvo en el resultado deportivo, sino en la gravedad del incidente que dejó a la tenista y a los aficionados en shock.
Horas después del episodio, la WTA emitió un comunicado esclareciendo los hechos. Según la organización, el mismo hombre había abordado a Raducanu el lunes 17 de febrero en un área pública, entregándole una carta en su hotel, lo que ya había generado alarma suficiente para que ella alertara a las autoridades del torneo. Su reaparición en las gradas durante el partido del martes fue el desencadenante de su reacción emocional. “La seguridad del jugador es nuestra máxima prioridad”, afirmó la WTA, añadiendo que el hombre fue expulsado y prohibido de asistir a futuros eventos de la asociación mientras se realiza una evaluación de amenazas.
Raducanu, por su parte, rompió el silencio más tarde en sus redes sociales, publicando un mensaje junto a una foto de la novela Emma de Jane Austen y una taza de café. “Gracias por los mensajes de apoyo. Fue una experiencia difícil ayer, pero estaré bien y estoy orgullosa de cómo regresé y competí a pesar de lo que sucedió al inicio del partido. Gracias a Karolina por ser una gran deportista y mucha suerte para el resto del torneo”, escribió, mostrando gratitud hacia sus fans y su rival.
Este no es el primer encuentro de Raducanu con el acoso. En 2022, un hombre de 35 años, Amrit Magar, fue condenado a una orden de restricción de cinco años después de acosarla repetidamente, llegando incluso a caminar 23 millas hasta su casa en Londres para dejar notas y regalos no deseados, incluido un ramo de flores con un mensaje que decía “nada que decir, pero tú mereces amor”. En esa ocasión, Raducanu expresó en una declaración judicial que se sentía “constantemente mirando por encima de su hombro” y que ya no se sentía segura en su propio hogar, un testimonio que resuena con fuerza tras el episodio en Dubái.
