La ciudad de Rotterdam fue testigo de una noche cargada de emociones y expectativas con el regreso de Santiago Giménez, el delantero mexicano que ahora viste los colores del AC Milan, enfrentándose a su antiguo club, Feyenoord, en la fase de playoffs de la UEFA Champions League.

«El Bebote», había dejado una marca significativa en su paso por Feyenoord, donde se convirtió en un ídolo por su habilidad goleadora y su carisma. Su fichaje por el AC Milan meses atrás había sido una de las noticias más comentadas del mercado de transferencias, y este partido representaba no solo un reencuentro con su antiguo hogar, sino también una prueba de fuego en su nueva etapa europea.

El encuentro comenzó bajo un manto de nostalgia y aplausos para Giménez, quien fue titular con los Rossoneri. Sin embargo, el fervor de la afición contrastó con el performance en el campo.

El partido, celebrado en el emblemático Feyenoord Stadium, fue una batalla táctica donde el Milan no pudo imponer su juego. Feyenoord, con la moral en alto y el apoyo incondicional de su afición, supo capitalizar las oportunidades, logrando una victoria por la mínima diferencia gracias a un gol temprano de Paixão, que demostró ser el decisivo.

Giménez, quien jugó 83 minutos antes de ser sustituido, mostró destellos de su calidad, pero no pudo encontrar la red.

El mexicano no registró tiros a puerta, tuvo un disparo bloqueado, y lamentablemente, falló en la mayoría de sus intentos de regate, completando solo 8 de los 11 pases que intentó. Este rendimiento se vio afectado por la presión de enfrentar a su exequipo y por una defensa de Feyenoord que estuvo bien organizada y atenta.

Ahora el Milan tendrá que remontar para el partido de vuelta la próxima semana, si aspira a continuar con vida en el torneo de clubes más importante de Europa.