El domingo 9 de febrero de 2025, el Super Bowl LIX no solo fue el escenario para un apasionante enfrentamiento entre los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs; también se convirtió en el campo de batalla de una rivalidad inesperada entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y la estrella del pop, Taylor Swift.
En el Caesars Superdome de Nueva Orleans, la atmósfera estaba cargada de emoción no solo por el juego, sino por la presencia de numerosas celebridades, incluyendo a Donald Trump, quien hizo historia al ser el primer presidente en ejercicio en asistir a un Super Bowl. Swift, por su parte, estaba allí para apoyar a su pareja, Travis Kelce, estrella de los Chiefs.
El partido resultó en una contundente victoria para los Eagles, derrotando a los Chiefs con un marcador de 40-22, poniendo fin a la posibilidad de que Kansas City obtuviera un tercer campeonato consecutivo en la NFL.
A lo largo del juego, las cámaras enfocaron varias veces a Swift, quien siempre se ha mostrado como una figura influyente, especialmente en la política estadounidense debido a su apoyo abierto a candidatos demócratas. Sin embargo, esta ocasión fue diferente. En lugar de aplausos, Swift fue recibida con abucheos por parte de algunos aficionados, presumiblemente fanáticos de los Eagles, pero también de seguidores del movimiento MAGA (Make America Great Again), según afirmaciones posteriores de Trump.
No pasó mucho tiempo después del partido para que Trump utilizara su plataforma favorita, Truth Social, para burlarse de Swift. En un post, el presidente escribió: «La única que tuvo una noche más dura que los Kansas City Chiefs fue Taylor Swift. La abuchearon y la echaron del estadio. ¡MAGA es muy implacable!»
La declaración no solo refleja la animosidad personal hacia Swift debido a sus diferencias políticas, sino que también subraya la polarización que sigue caracterizando la política estadounidense.
La interacción entre Trump y Swift no es nueva. Desde las elecciones de 2024, donde Swift apoyó públicamente a Kamala Harris, la rival democrática de Trump, ha habido un claro desencuentro entre ambos. Este evento en el Super Bowl solo amplificó una disputa que se ha ido gestando en el discurso público. Trump, conocido por su estilo directo y a menudo controversial en redes sociales, aprovechó la oportunidad para lanzar una pulla que fue ampliamente comentada en medios y en las redes sociales.
