Este martes se generó una ola de especulación sobre el estado de salud del director técnico de la Selección Nacional de México, Javier Aguirre, quien habría ingresado a una clínica en la ciudad de Guadalajara, a escasas horas del partido amistoso ante la selección de Estados Unidos.
Circularon versiones acerca de un posible desmayo o desvanecimiento de ‘El Vasco’, lo que provocó también un enorme despliegue de medios en las afueras de una clínica en la capital tapatía.
Minutos después del medio día, Aguirre salió del hospital por su propio pie, informando que había visitado la clínica, para una revisión de su espalda, debido a una invitación de su amigo, el Dr. Rafael Ortega.
Se trataría de un chequeo de seguimiento, después de la intervención quirúrgica a la que se sometió el mes pasado.
Aunque resulta un tanto extraño que la visita al médico se realice en la víspera de un partido importante de la Selección Mexicana, donde se busca de forma desesperada corregir el camino ante los pobres resultados, Aguirre habría abandonado la concentración por motivos personales; no obstante señaló que esperaba poder regresar para «comer con el equipo».
A través de las cuentas oficiales de la Selección Nacional, también se divulgó la misma versión del chequeo de espalda, no obstante que varios reporteros habían referido un intenso nerviosismo en directivos que se encontraban en el hotel de concentración del equipo tricolor.