El chofer de la pipa de gas involucrada en la explosión masiva de La Concordia falleció anoche, elevando el saldo de víctimas mortales a 19 personas. El incidente, ocurrido en la alcaldía Iztapalapa, ha generado un debate polarizado: algunos describieron al conductor como un hombre que intentó sobrevivir y alertar sobre el peligro, mientras que otros, incluidos los reportes periciales preliminares, lo señalan como el principal responsable por presuntas fallas en su manejo.
El chofer, identificado como Fernando Soto Munguía, de 34 años, sufrió quemaduras en el 90 % de su cuerpo. Fue trasladado a la Unidad Médica de Alta Especialidad Magdalena de las Salinas del IMSS y posteriormente al Hospital de Traumatología Victoriano de la Fuente Narváez, donde falleció el 16 de septiembre.
Hasta este 17 de septiembre, 32 personas permanecen hospitalizadas y 33 han sido dadas de alta. Muchas de ellas enfrentan secuelas físicas y psicológicas. Entre las víctimas destacan casos de familias enteras afectadas y sobrevivientes en recuperación, como una madre y su bebé.
En cuanto a daños materiales, el fuego destruyó más de una docena de vehículos, postes y fachadas. La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) informó que la pipa carecía de seguro vigente desde junio de 2025, lo que complica indemnizaciones. El gobierno capitalino ha prometido apoyos económicos y asistencia para gastos médicos.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México realiza peritajes para esclarecer los hechos. Los primeros resultados indican que el conductor pudo haber excedido el límite de velocidad y no contó con la pericia suficiente para maniobrar en la glorieta. No se hallaron obstáculos en la vía que contribuyeran al accidente.
Las autoridades analizan posibles fallas mecánicas, condiciones externas y revisan delitos como homicidio culposo, daño en propiedad ajena y violaciones a normas de transporte. La muerte del chofer elimina una fuente clave de testimonio directo, pero la investigación continúa abierta.
La figura de Soto Munguía divide opiniones. Para algunos, sobre todo en las primeras horas, fue un héroe que salvó a varios, al salir a gritar que la gente se alejara, pues la explosión era inminente.
Otros lo consideran responsable, argumentando que su presunta imprudencia costó 19 vidas. Exigen sanciones para la empresa y regulaciones más estrictas para el transporte de sustancias peligrosas.














