Localizan Sak-Bahlán, la última ciudad de los lacandones rebeldes, perdida por siglos

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  • Por primera vez en más de 300 años, el misterioso enclave maya que resistió la colonización española vuelve a emerger desde la selva chiapaneca.

Sak-Bahlán, también conocida como “la tierra del jaguar blanco”, podría haber sido localizada finalmente, gracias a un esfuerzo conjunto entre arqueólogos mexicanos, estadounidenses y japoneses. Este sitio, considerado el último bastión de los mayas lacandones-ch’olti’es rebeldes en Chiapas, permaneció oculto en la densa vegetación de la Selva Lacandona desde su abandono en 1721. Ahora, su posible ubicación ha sido identificada mediante herramientas tecnológicas avanzadas y el cruce de relatos históricos coloniales.

El hallazgo es resultado del Proyecto Arqueológico Sak-Bahlán, liderado por los doctores Brent Woodfill (Winthrop University, EE.UU.) y Yuko Shiratori (Universidad de Rissho, Japón), y respaldado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El arqueólogo mexicano Josuhé Lozada Toledo, del Centro INAH Chiapas, jugó un papel clave al desarrollar un modelo predictivo basado en Sistemas de Información Geográfica (SIG), que permitió trazar posibles rutas antiguas hasta llegar al sitio.

Un hallazgo basado en historia y tecnología

El sitio fue ubicado en un área cercana a los ríos Jataté e Ixcán, dentro de la Reserva de la Biosfera Montes Azules. Para su localización, Lozada utilizó crónicas coloniales, como la carta del fraile Diego de Rivas de 1698, y convirtió los trayectos descritos en datos georreferenciados. Mediante software especializado (ArcGIS Pro), integró variables como altitud, vegetación, cuerpos de agua y carga de transporte para delimitar el área probable de Sak-Bahlán.

Tras arduas jornadas de exploración en campo, el equipo halló evidencia arqueológica coincidente con la predicción digital, en lo que ha sido descrito como uno de los recorridos más exigentes en la carrera de Lozada.

Importancia histórica y cultural

Sak-Bahlán fue uno de los últimos focos de resistencia maya frente al dominio español. Según fuentes virreinales, la ciudad fue descubierta por fray Pedro de la Concepción en 1695, y posteriormente rebautizada como Nuestra Señora de los Dolores tras su rendición. Sin embargo, fue abandonada apenas unas décadas después, en 1721, y su ubicación exacta se perdió en la historia, alimentando el mito y la búsqueda infructuosa durante siglos.

Este sitio simboliza el prolongado intento de los lacandones por preservar su autonomía tras la caída de su capital Lacam-Tún en 1586. Resistieron más de un siglo antes de ser finalmente sometidos, y su historia ha sido documentada por investigadores como Jan de Vos, quien describió la colonización como un proceso de etnocidio.

Una nueva etapa para la arqueología maya

Con dos temporadas de campo ya realizadas, los trabajos arqueológicos en Sak-Bahlán apenas comienzan. Los primeros sondeos servirán para entender mejor la cronología y extensión del sitio, además de corroborar plenamente su identidad. El descubrimiento ha sido inscrito formalmente en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos bajo el nombre: “Sol y paraíso. Probablemente Sak-Bahlán”.

El hallazgo también ha captado la atención internacional y será el eje de un próximo documental financiado por Discovery Channel, titulado Discovering the hidden Mayan city: Sac Balam.

Sak-Bahlán, que parecía condenada al olvido, vuelve a figurar en el mapa tres siglos después, como un testimonio de resistencia cultural y una ventana invaluable al pasado de los mayas del sureste mexicano.


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